El problema de los estrógenos sintéticos “escondidos” en productos habituales.

Los estrógenos sintéticos, también denominados disruptores endocrinos, son productos químicos que minetizan (adptar la apariencia de las cosas o seres del entorno a fin de pasar inadvertido) la acción de los estrógenos, llamados también xenoestrógenos y que interfieren en la acción del ciclo hormonal natural.

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Los xenoestrogenos estos estrógenos sintéticos, se hallan en productos artificiales como el plástico (Bisfenol A), introducidos en el mundo por las empresas químicas, agricultores e industriales.

Los efectos nocivos de estas alteraciones llevan evidenciándose desde la década de los 60 en forma de anomalías genéticas en distintas especies animales. En los últimos años, los estrógenos artificiales se han vinculado también al cambio de sexo en peces en distintas zonas del planeta, en especial en ríos ingleses, alemanes y estaunidenses, donde se ha comprobado la alteración de órganos sexuales de ejemplares machos.

Dentro de los contaminantes estrogénicos artificiales destaca el BPA. Bisferol A, un compuesto habitual en los plásticos de uso común, muchos de ellos de uso alimentario. Numerosos estidios evidencian que dosis muy bajas de este compuesto son suficientes para desarrollar anomalídades en el desarrollo embrionario de ratones.

El Dr. Erick Forno de pediatría en la Universidad de Miami Escuela de Medicina Miller y sus colegas han descubierto que los ratones recién nadidos que han sido expuestos al BPA (Bisferon A) se encuentran con un mayor riesgo de sufrir asma alérgica.

Diversos ensayos en animales han confirmado el efecto del bisfenol A sobre la diferenciación de las neuronas, alteración de los sistemas mediados por glutamina y dopamina y cambios en la expresión de receptores estrogénicos. También se le ha relacionado con posibles cambios en la conducta materna (menor atención hacia las crías), ansiedad, reducción de la conducta exploratoria y una feminización de los machos. En humanos se han podido establecer cambios que incluyen hiperactividad, aumento de la agresividad, aumento a la susceptibilidad de sustancias adictógenas y problemas tanto en el aprendizaje como en la memoria.

Se han establecido asociaciones de una mayor concentración de bisfenol A con casos de diversas enfermedades cardíacas e hipertensión. Además, la exposición al bisfenol A conlleva un aumento de los lípidos en sangre, un aumento del peso y un incremento de la lipogénesis. También puede incidir en la aparición de la diabetes mellitus de tipo II al aumentar la resistencia a la insulina y el número de células adiposas.

Algunos estudios realizados en animales concluyen que el bisfenol A es capaz de afectar a la función tiroidea, al comportarse como antagonista de la hormona tiroidea. En anfibios, este efecto se traduce en una inhibición de su metamorfosis. La afectación de la tiroides también afecta a los roedores

Se puede encontrar estrogenización en el interior de latas, botellas, aditivos en la comida procesada, en envases para alimentos, botellas destinadas a bebes, envases de plásticos retornables de zumos, leche, agua y también en contenedores para microondas y utensilios de cocina, los aires acondicionados, las sustancias químicas vertidas en agua.

De qué forma repercute el cigarrillo en los deportistas.

El consumo de tabaco, la nicotina y otros compuestos inhalados, con el tiempo desestructura ciertas partes de la cadena respiratoria, desde el pulmón a los vasos que llevan la sangre a las células de cualquier tejido, e incluso a estas mismas. Por otra parte, el patrón oxidativo de los fumadores es diferente a los no fumadores, el hecho de practicar ejercicio modula este efecto aumentando el efecto nocivo siendo en algunos individuos pro inflamatorio según la intensidad y duración del trabajo y si siguen fumando».

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  1. Los cambios cardiovasculares durante la actividad física parecen afectar a la disponibilidad de O2 en los tejidos. Una posible explicación podrían ser los defectos de transferencia de oxígeno de los pulmones a la sangre arterial, la reducción del transporte de oxígeno debido a una disminución en el caudal cardiaco máximo y el deterioro de la redistribución del flujo sanguíneo a los tejidos durante el ejercicio debido a las sustancias vasoconstrictoras presentes en el humo de los cigarrillos.
  2. Aumento de los leucocitos, Aumento de la proteína C reactiva, aumento factor de necrosis tumoral alfa. Aumento de los lípidos: triglicérido, Colesterol LDL (malo), descenso colesterol HDL (bueno). Los fumadores tienen mayor concentración de fibrinógeno que se relaciona con él número de coágulos. Por lo tanto tienen mecanismos de trombohemostáticos disfuncionales, que favorecen la formación de trombos.
  3. En los fumadores, por un mismo nivel de ejercicio, el trabajo cardiaco es más alto. De esta manera, en el organismo de un individuo fumador, ya sea deportista habitual o no, se desarrolla, por el consumo del tabaco, un falso esfuerzo o esfuerzo teórico que representa una circunstancia negativa añadida por el riesgo que comporta realizar una actividad física intensa. Además, el organismo del fumador está en unas condiciones iniciales poco convenientes debido a la acción tóxica de los productos de combustión.
  4. También ha quedado demostrado que los fumadores tienen una recuperación más lenta al igual que una pérdida de masas muscular acelerada, tanto por un elevación del nivel de la enzima que degrada el musculo como por la más lenta síntesis de proteínas característica de los fumadores.
  5. El fumar tiene efectos negativos en los huesos y las articulaciones, haciendo que el atleta fumador sea más susceptibles a las lesiones relacionadas con deportes. Los fumadores tienen una salud general más pobre que afecta su resistencia física.
  6. Un estudio realizado en Estados Unidos donde se siguió durante 15 años a más de 5000 fumadores y no fumadores, muestra que el consumo de tabaco predispone a la aparición de intolerancia a la glucosa en fumadores, ex fumadores y fumadores pasivos. El 22% de los fumadores, el 17 % de los fumadores pasivos y el 14% de los ex fumadores estudiados presentaron intolerancia a la glucosa en el transcurso de los 15 años mientras que solo el 11% de los no fumadores lo hicieron. La intolerancia a la glucosa se denomina «prediabetes», pues de no ser controlada puede convertirse en diabetes. El mecanismo propuesto involucra el efecto tóxico que tienen los componentes del humo de tabaco en el páncreas, órgano donde se encuentran las células beta, que producen insulina.
  7. Fertilidad: La fertilidad de hombres y mujeres se ve reducida. Por otro lado, el riesgo de impotencia masculina se ve aumentado por el consumo de tabaco.
  8. La piel sufre las consecuencias del tabaquismo, afectan a la estética generando arrugas prematuras, cabello reseco y piel seca. El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo siendo esto más manifiesto en la cara, porque al tabaco se suman los efectos de los rayos ultravioletas del sol. El tabaquismo provoca un envejecimiento prematuro en la piel que es más evidente en las mujeres.