Flexibilidad y pesas.

Existe el mito de que los levantadores de pesas tienen poca flexibilidad. Si hablamos del típico usuario de gimnasio, que trabaja siempre en máquinas, con rangos de movimiento parciales, probablemente la mala fama es merecida. En el caso de powerlifters, su gran musculatura y elevados niveles de grasa (en la mayoría de los casos) tampoco les hace las personas más flexibles del mundo, y en parte cierta rigidez muscular les permite ofrecer una base de apoyo más sólida, mejorando la fuerza. Sin embargo, los levantadores olímpicos tienen flexibilidad similar al mejor gimnasta. La necesitan para completar los levantamientos de manera eficiente, con el rango de movimiento necesario. Conclusión: lo mejor que puedes hacer por tu movilidad es realizar los movimientos con un rango de movimiento completo. Si tienes limitaciones, resuélvelas antes de empezar a añadir peso.

Si combinamos el entrenamiento de la fuerza con sesiones de estiramientos intensivas conseguiremos mejorar enormemente la flexibilidad general de nuestro cuerpo a la vez que conseguimos desarrollar los músculos completamente, ya que los estiramientos además de dotarnos de más elasticidad nos ayudarán a aumentar la masa muscular, pues al recuperarnos antes del esfuerzo, responderemos mejor a futuras sesiones de entrenamiento, etc.

Los beneficios de trabajar la flexibilidad

  • Mejora la postura y minimiza los daños musculares

Realizar estiramientos reduce las molestias musculares, tanto antes, como después de un entrenamiento o cualquier actividad física. También ayuda a desadormecer los músculos y mejorar nuestra postura y el balance muscular.-

  • Reduce el estrés

Realizar estiramientos a diario, produce una relajación muscular prolongada, lo cual disminuye el estrés.

  • Mejora el rendimiento físico 

Estirar antes y después de hacer ejercicio físico, prepara los músculos y las articulaciones para poder desempeñarlo mejor, y además reduce las posibles agujetas. Una articulación flexible tiene la capacidad de moverse a lo largo de un mayor rango de movimiento, necesitando menos energía para hacerlo.

  • Mejora la calidad del sueño

Al realizar estiramientos antes de dormir, reducimos la rigidez muscular y aumenta la cantidad de melatonina, lo cual, nos provoca un descanso más placentero.

  • Reduce el dolor articular

Una mayor flexibilidad, hace que las articulaciones duelan menos y que a la hora de hacer determinados movimientos o posturas, sean menos forzados y no produzcan dolores.

  • Espalda sana

Los problemas de espalda hoy en día son muy comunes, aún más con la llegada del teletrabajo con un mobiliario inadecuado para estar tantas horas sentado frente al ordenador. Esto genera una gran tensión en la zona lumbar, por eso es tan importante estirar la espalda de vez en cuando varias veces al día mientras estamos sentados frente al ordenador.

Hormonas del estrés

Las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo que controlan numerosas funciones y circulan a través de la sangre hacia los órganos y los tejidos. Estos componentes químicos intervienen en los procesos del: Metabolismo. Crecimiento y desarrollo.

La testosterona, la hormona de crecimiento y la insulina son las tres principales hormonas anabólicas. El cortisol es una de las principales hormonas catabólicas, y como todas, tiene un lado positivo y uno negativo.


En el lado positivo destaca su papel anti-inflamatorio, catabolizando tejido dañado para ser expulsado, dando paso a la construcción de nuevo tejido. Su papel es por tanto indispensable. El problema viene cuando por un exceso de estrés (físico o psicológico) el cortisol se mantiene elevado constantemente. En este caso, la fase de recuperación o reconstrucción nunca llega. Se rompe el equilibrio natural y necesario entre anabolismo y catabolismo. Un exceso de cortisol inhibe la síntesis de proteína, aumenta los niveles de glucosa y deprime el sistema inmune. A medida que el cortisol aumenta, la testosterona desciende. Una forma de identificar el sobreentrenamiento es analizando la proporción testosterona/cortisol. Cuando este ratio se reduce en exceso, tienes un problema.


Otras hormonas catabólicas interesantes son las llamadas catecolaminas (como adrenalina y noradrenalina). La presencia de estas hormonas en sangre facilita la movilización de grasa. Podemos regular estas hormonas a través de la alimentación y principalmente la intensidad de la actividad física (alta intensidad = mayor nivel de catecolaminas).

Domina estas hormonas y dominarás tu cuerpo.

El azúcar perjudica el sistema inmunológico.

El azúcar abarca una gran variedad de endulzantes que se pueden dividir en monosacáridos (como la glucosa, la fructosa y la galactosa) y endulzantes complejos (como la sucralosa, lactosa, maltosa, etc.). El azúcar que solemos usar es la sucralosa y es un carbohidrato que se encuentra de forma natural en diversas plantas, principalmente en la caña de azúcar. La sucralosa está compuesta por dos tipos de endulzantes simples: fructosa y glucosa.

Un abuso de azúcar está unido al debilitamiento de las defensas que luchan contra las enfermedades infecciosas, provocando que el sistema inmune pierda un 40% de su capacidad para reducir los patógenos infecciosos.

El azúcar desmineraliza al organismo provocando un desgaste en las capacidades del sistema inmune. Para metabolizar el azúcar refinado, el cuerpo extrae de otros tejidos y órganos, minerales y vitaminas con lo que se provoca un daño a largo plazo. Para combatir los virus y bacterias, los glóbulos blancos necesitan de vitamina C para luchar contra los agentes infecciosos, pero el exceso de azúcar erosiona la vitamina C de nuestro cuerpo.

Consumir 100 gramos (8 cucharadas, equivalente a dos latas de refresco) de azúcar, reduce la capacidad de los glóbulos blancos para eliminar gérmenes hasta en un 40%. Este efecto comienza unos 30 minutos después de su ingesta y puede durar hasta 5 horas.

Respecto al consumo de hidratos de carbono complejos, no tiene ningún efecto sobre el sistema inmune. Además, el azúcar es en realidad un “anti nutrientes” ya que roba nutrientes de nuestro cuerpo, en efecto, debido a que ciertos nutrientes se eliminan del azúcar durante el proceso de refinado, nuestro cuerpo no puede procesarla, por lo tanto, necesita minerales del cuerpo para unirse a las moléculas del azúcar refinado con el fin de que nuestro organismo pueda procesar dicha azúcar.