Extracto de corteza de pino (pycnogenol) para deportistas.

La corteza de pino es una fuente rica en flavonoides, componentes fenólicos, incluyendo proantocianidinas oligoméricas, polifenoles monoméricos (catequinas y epicatequinas) y ácidos orgánicos (cinámico, caprílico, gálico, ferúlico, vanílico, parahidroxibenzoico).

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El extracto de corteza de pino tiene varias aplicaciones en la alimentación para deportistas. Se ha demostrado que mejora la acción antioxidante del organismo, así como la circulación, fortalece las paredes de los vasos sanguíneos, mejora la recuperación, previene los calambres causados por un ejercicio intenso y aumenta la resistencia de los deportistas. El extracto de corteza de pino incrementa un 21 % de la resistencia humana.

En un estudio se examinó el efecto que produce sobre las personas con osteoartritis de las rodillas la toma de un suplemento de 150mg de extracto de corteza de pino o de placebo al día durante un periodo de tres meses. El dolor de las articulaciones disminuyó un 40, 3% tras el periodo de tres meses de tomar suplementos con extracto de corteza de pino. Además, el 38% de los pacientes del grupo de extracto de corteza de pino precisó menos antiinflamatorios no esteroideos u otros fármacos analgésicos para el dolor de las articulaciones.

Otros estudios han demostrado que el extracto de corteza de pino bloquea la administración de la histamina, un producto químico que participa en reacciones alérgicas.

También reduce el colesterol LDL y aumenta el colesterol HDL. En un estudio realizado con hombres que tenían niveles de colesterol un poco altos se descubrió que el suplemento de extracto de corteza de pino durante un periodo de tres meses resultó estadísticamente relevante a la hora de reducir el colesterol total y el LDL un 94% y un 16%, respectivamente. (El suplemento de extracto de corteza de pino redujo el colesterol total y el LDL y aumentó el HDL, lo que dio como resultado un índice aterosclerótico mejor.

En un estudio se comprobó que el extracto de corteza de pino es beneficioso para personas con pigmentación cutánea causada por la exposición del sol.

Mejora la resistencia del tejido conectivo, su flexibilidad y previene la formación de adherencias entre los tejidos debido al ataque de radicales libre (antioxidante)

Las investigaciones sugieren que el tomar Pycnogenol mejora la función mental y la memoria en los adultos jóvenes y los ancianos.

Enfermedad de la retina en el ojo. Tomando pycnogenol al día durante 2 meses parece retardar o prevenir el empeoramiento adicional de enfermedad de la retina causado por la diabetes, la aterosclerosis, u otras enfermedades. También parece mejorar la vista.

Dosis:

La dosis típica de extracto de corteza de pino es de 45 a 360 mg al día, tomadas en tres dosis separadas.

Efectos secundarios:

En la mayoría de los casos, extracto de corteza de pino no causa efectos secundarios en absoluto. Sin embargo, en los casos de sobredosis, problemas de estómago, dolores de cabeza, úlceras en la boca y mareos han desarrollado. Las mujeres embarazadas y las madres lactantes deben evitar tomar productos de corteza de pino.

Catequinas potente antioxidante. Descubre donde encontrarla.

Los polifenoles son unos compuestos con propiedades antioxidantes que se hallan dentro de muchos alimentos y bebidas como el vino tinto y todos los tipos de té, pero sobre todo en el té verde y sus variantes.

A su vez, los polifenoles contienen flavonoides, que son nutrientes con alto poder antioxidante y que no pertenecen al grupo de las vitaminas y minerales.

Por tanto tenemos primeramente los polifenones y dentro de ellos los flavonoides que a su vez contienen la catequina, que es el poderoso antioxidante que contiene el té.

¿Cuáles son las principales fuentes?

El té verde, las manzanas, peras, las uvas y el cacao son ejemplos de alimentos donde podemos encontrar estos compuestos. Las catequinas más interesantes son: la epicatequina, la epicatequina galata, la epigalocatequina y la epigalocatequina galata. De todas ellas, la epigalocatequina galata es la que posee el poder antioxidante más alto. Todas pueden ser encontradas en las hojas del té verde (Camellia sinensis) de manera que hasta un 30% del té verde seco corresponde a estos componentes.

En el procesamiento de las hojas de Camellia sinensis para la producción de té verde, las mismas son enrolladas y puestas a secar de un modo que la exposición al oxígeno es minimizada. De esta manera, se previene la oxidación de los principios activos. Cuando, por el contrario, las hojas son molidas y expuestas al oxígeno, los compuestos polifenólicos (encontrados en las catequinas) se oxidan y polimerizan, convirtiéndose en un producto distinto: el té negro.

No obstante, el té verde contiene también vitamina A, vitamina C y vitamina E, que junto a las catequinas ofrecen una alta protección contra los radicales libres.

catequinasPropiedades de las catequinas

Según Norman Hollenberg, catedrático de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, la epicatequina puede reducir el riesgo de cuatro grandes problemas de salud: derrame cerebral, fallo cardiaco,  cáncer y diabetes. El estudio al pueblo Kuno en Panamá, que beben más de 40 tazas de cacao a la semana, encontrando que la vigencia de “los cuatros problemas” era menos de un 10%. El cree que la epicatequina se debería considerar como esencial en la dieta y por ello clasificarla como vitamina.

  • Efectos antioxidantes y anti-envejecimiento: las catequinas del té son entre veinticinco a cien veces más potentes que las vitaminas C y E. Una taza de té verde tiene más acción antioxidante que una porción de brócoli, espinacas, zanahorias o fresas. Esta acción reduce los efectos dañinos de los radicales libres.Efecto anticoagulante: las catequinas del té verde actúan sobre las plaquetas, disminuyendo el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
  • Efecto antibiótico:Las catequinas en el té verde también han mostrado poseer propiedades antibióticas como un interruptor de la fase de proceso de replicación de las bacterias en la cadena del ADN.
  • rotector del ADN:Las catequinas, en combinación con un ejercicio físico habitual, han demostrado que pueden retardaralgunas formas del envejecimiento. Los ratones, alimentados con catequinas, muestran una disminución de los niveles del envejecimiento, aminoración de estrés oxidativo en las mitocondrias y un aumento de transcripción de las proteínas del mRNA de mitocondrias.
  • Efectos antivirales: las catequinas del té verde mejoran el sistema inmunológico, protegiéndonos frente a las enfermedades con las que lidiamos a diario, como la gripe por ejemplo.
  • Efectos de control de la presión arterial: ayudan a disminuir la contracción de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial alta.
  • Efectos preventivos contra el cáncer: las catequinas también interfieren en el desarrollo del cáncer.
  • Prevención del colesterol: el té verde también ayuda a controlar el colesterol mediante el bloqueo de las enzimas en el intestino, que contribuyen a la absorción del colesterol. Además ayuda a controlar los altos niveles de azúcar en la sangre, a través de la supresión de las enzimas que descomponen el azúcar en glucosa.
  • Ayuda a la flora intestinal: el té verde también permite mantener una flora intestinal sana, disminuyendo el número de bacterias dañinas y fomentando el crecimiento de bacterias benéficas, como las bifidobacterias.
  • Efectos sobre la pérdida de peso: las catequinas del té, junto a la cafeína, aceleran la quema de grasa, lo que ayuda a perder peso rápidamente.
  • Efectos sobre el mal aliento: neutralizan olores desagradables mediante la reducción de las bacterias orales.
  • Prevención de la caries: tienen un efecto antibacteriano fuerte y previenen la acumulación de placa dental.
  • Inhibición de la artrosis: estudios con células de cartílago han demostrado que una catequina, la EGCG, protege contra la degeneración inflamatoria y artritis.

Beta-caroteno (Pro vitamina A) su función para la piel

Se trata de un pigmento liposoluble (que se disuelve en grasa) de color amarillento que, aunque no tiene la capacidad de broncear por sí solo, tiñe las células y hace parecer como si se estuviera más tostado. “El betacaroteno se considera uno de los más importantes elementos precursores de la vitamina A, por eso también se le conoce como pro-vitamina A. Es gracias a este pigmento que el hígado y el intestino delgado generan la vitamina A, esencial para nuestro organismo”, asegura el dermatólogo y miembro de la Sociedad Chilena de Dermatología Juan Honeyman.

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El beta-caroteno es un pigmento vegetal , los vegetales en los que abunda como calabaza , boniato, mango , melón  de la variedad Cantalupo, melocotones  y albaricoques  (más aún los orejones ), papaya , pimientos , además de zanahorias . También son ricos en beta-caroteno vegetales verdes como las espinacas , las acelgas  y los berros, aunque el color no se aprecia ya que el pigmento está enmascarado por la clorofila, que les da el color verde.

El dicho popular de que comer zanahoria ayuda a poner la piel morena tiene su explicación. La zanahoria es el alimento que más beta-caroteno concentra. Contiene alrededor de 8.100 microgramos (8,10 miligramos) de carotenoides  por cada 100 gramos, siendo el beta-caroteno el más abundante con diferencia. De ahí que acostumbrarse a comer una zanahoria diaria los meses previos al verano, puede servir también para acelerar el bronceado y proteger la piel de las quemaduras solares. Además, sin efectos secundarios ni contraindicaciones, pero sin dejar de lado las eficaces cremas solares.

El aporte de nutrientes extras como ayuda para la protección del daño en la piel de los rayos del sol es cada vez más reconocido por el público en general, pero su eficacia es controvertida. Sucede, por ejemplo, con los complementos de vitamina E, cuyo efecto sobre la protección solar de la piel está aún por probar. También desde hace unos años se venden en farmacias y tiendas de herbodietética comprimidos y cápsulas de beta-caroteno con el fin de acelerar el bronceado y de proteger la piel de las quemaduras solares.

El beta-caroteno no sólo es capaz de ayudar a nuestra piel a broncearse. También ayuda a proteger nuestro organismo de algunos tipos de cáncer gracias a sus virtudes antioxidantes, debido a que ayuda a proteger a las células para que no sufran los daños de los radicales libres.

Por otro lado, se sabe que el beta-caroteno puede mejorar el sistema inmunológico, por lo que consumir vegetales ricos en este pigmento, puede ser muy importante para aquellas personas con problemas relacionados con las defensas. Su carácter de potenciador de vitamina A, le hace un elemento muy beneficioso para la vista, la formación de los huesos y de los glóbulos rojos.

Efectos adversos

Niveles muy altos de betacarotenos durante un periodo prolongado de tiempo no es nada aconsejable para nuestra salud general, ya que el exceso de vitamina A tendrá una serie de consecuencias. En primer lugar vamos a ver que este exceso afectará a los órganos que sintetizan la vitamina A para su correcto funcionamiento. Con un exceso continuado estaremos poniendo en riesgo nuestra vista, los huesos y hasta el estado general de la piel.

Astaxantina: uno de los Antioxidantes más potentes/eficaces.

Astaxantina:

La astaxantina, a diferencia de algunos carotenoides, no se convierte a vitamina A (retinol) en el cuerpo humano. El exceso de vitamina A es tóxica para los humanos, pero la astaxantina no. Sin embargo, es un potente antioxidante; unas 10 veces más que otros carotenoides.

Considerado como potente antioxidante del siglo XXI, la astaxantina también es un poderoso antiinflamatorio, por lo que además de prevenir el envejecimiento, resulta muy beneficioso en la mayoría de las patologías modernas que se caracterizan por niveles crónicos de inflamación como la artritis, dolores musculares, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer… Ayuda a proteger la salud ocular y la piel de las radiaciones UVA del sol sin necesidad de aplicarse bronceador, con lo que evitamos todos los tóxicos que contienen, que además de envejecer la piel pasan al torrente sanguíneo a través de la piel. La astaxantina regula los niveles de colesterol y contribuye a una buena circulación sanguínea, aumenta los niveles de energía y resistencia, alivia el síndrome de túnel carpiano y fortalece el sistema inmune.

Muchos carotenoides son fácilmente obtenidos mediante una buena alimentación de vegetales frescos orgánicos. Sin embargo, este poderoso carotenoide es difícil de obtener. Solo existen dos fuentes principales de astaxantina—la micro alga que la produce y las criaturas marinas que consumen esta alga (como el salmón, los mariscos y el krill).

Numerosos deportistas suplementan regularmente con astaxantina dado que incrementa tanto el rendimiento como la recuperación tras el ejercicio físico.

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Astaxantina para el tratamiento del Alzheimer Dado que la astaxantina es un nutriente soluble en grasa (liposoluble) es capaz de cruzar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro. En un estudio 1 realizado se encontró que prevenía la neurodegeneración asociada con el estrés oxidativo, además de ser un potente «alimento para el cerebro».

El alga Haematococcus Pluvialis es la fuente mayor de astaxantina que existe en la aturaleza.

La astaxantina puede elevar el recuento de las células T y B del sistema inmune y combatir la inflamación. También reduce de forma significativa el marcador de daño oxidativo del DNA llamado plasma 8-OHdG http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20205737 La astaxantina reduce la carga bacteriana y la inflamación gástrica provocada por la bacteria Helicobacter Pylori.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10656672 En este otro estudio se encontró que la astaxantina reduce los síntomas de acidez estomacal en especial en pacientes con infección pronunciada por Helicobacter pylori. Phytomedicine Jun 2008, 15(6-7):391-9

El doctor William Sears es un prolífico autor de más de 40 libros que ha sido portada de la prestigiosa revista Time. Su especial interés en la nutrición le ha llevado a escribir libros como The Omega-3 Effect (el efecto Omega3) y «Astaxanthin: Seafood’s Ultimate Supernutrient» (astaxantina, el supernutriente marino), basados en sólidos estudios científicos. Estos son algunos de los tópicos más relevantes que desarrolla en su libro sobre la astaxantina:

– Cómo beneficia la astaxantina al corazón. – Los poderosos efectos antiinflamatorios de la astaxantina. – Cómo el efecto antioxidante y antiaging de la astaxantina ayuda a rejuvenecer la piel. – Los enormes beneficios de la astaxantina para los ojos y el cerebro. El dr. Sears incide especialmente en las diferencias existentes entre la astaxantina natural y la artificial (derivada de petroquímicos, como la que se añade al pienso de los salmones de piscifactoria para que adquieran el tono rosado de los salmones salvajes que se alimentan con una dieta natural). Estudios realizados muestran que la astaxantina natural procedente de algas tiene una capacidad antioxidante de 20 a 50 veces mayor que la astaxantina artificial.

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Comparación con otros antioxidantes:

Aunque la vitamina C sea el antioxidante más popular únicamente puede atacar un solo radical libre a la vez, sin embargo, la astaxantina puede destruir hasta 19 radicales libres a la vez. 8 mg al día te ayudan a combatir y prevenir patologías de ojos, corazón, así como la enfermedad de Alzheimer y otras muchas.

La astaxantina tiene 550 veces más poder antioxidante que la vitamina E y el té verde, 800 veces más poder antioxidante que la Coenzima Q10 y 6.000 veces más poder antioxidante que la vitamina C

 Posibles contraindicaciones asociadas al consumo de astaxantina

astaxantina12Aunque la investigación sugiere que los efectos secundarios de la astaxantina son bajos, siempre existe la posibilidad de contraindicaciones en determinadas personas, o si se consume en cantidades elevadas. Debes ser especialmente cauteloso al tomar el suplemento si tienes alguna de las siguientes condiciones: asma, complicaciones de tiroides, osteoporosis, hipertensión o sensibilidad hormonal.

Uno de los efectos adversos tras el consumo de astaxantina son las reacciones alérgicas en personas que tienen hipersensibilidad a otros carotenoides.

Tomando altas dosis de astaxantina puede dar lugar a alteraciones de la pigmentación de la piel, dándola un color amarillento, efecto que debe desaparecer después de cesar el consumo de este suplemento.

10 Especias que no deben faltar en la dieta del deportista.

 

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1 El ajo: El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y mejora el sistema cardiovascular en general. Esto se debe a que regula la producción de colesterol por parte del hígado y además aumenta el nivel del bueno (HDL). Por otra parte, también reduce los niveles del colesterol dañino (LDL). En cuanto al sistema cardiovascular, el ajo es muy bueno ya que una vez en nuestro organismo ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, facilitando así la circulación sanguínea y ayudando a prevenir problemas como la arteriosclerosis

Sabemos que el ajo es una importante fuente de vitaminas AB1, B2 y C. Esto significa que ayuda por ejemplo a mantenerse más joven, a mantener más fuerte y saludable la piel, mejorar la vista.

2 Cúrcuma: esta sencilla especia de color naranja brillante tiene una alta capacidad antioxidante y se sabe que es un agente anti-cáncer. Su capacidad antioxidante es 8,5 veces más potente que la de las vitaminas C y E. La medicina ayurvédica utiliza la cúrcuma como importante medicamento anti inflamatorio. Se puede añadir a sopas, guisos y arroces para aportarles otro saludable toque.

La curcumina es eficaz en la prevención de los cambios negativos en la estructura de los vasos sanguíneos que se producen  cuando se tiene hipertensión.

Esta cualidad probablemente esté relacionada con la capacidad de regular el óxido nítrico y su producto de oxidación el peroxinitrito.

3 Canela: esta especia originaria de Sri Lanka es un poderoso agente antimicrobiano, contiene compuestos anti-inflamatorios, es relajante, beneficiosa para el corazón y ayuda a reducir el colesterol, los triglicéridos y el azúcar en sangre.

La canela ayuda a reducir dolores asociados con la artritis, migraña y otros dolores de cabeza

 4 Maca: Aumenta la fuerza y la libido, la resistencia, el rendimiento deportivo y la sensación de bienestar general. La maca es un adaptógeno, ayuda a nuestro cuerpo a adaptarse a las situaciones de  estrés, aumenta la capacidad del cuerpo para defenderse contra el debilitamiento físico y mental.

Tiene un efecto analgésico gracias a los terpenoides y saponinas que le da el poder para aliviar el dolor y actuar como expectorante y sedante.

5 Pimienta Negra: Contiene manganeso, hierro y vitamina K, mejora la digestión y la salud intestinal. Al consumir pimienta se estimula la secreción de ácido clorhídrico, esencial para digerir los alimentos y evitar así la proliferación de bacterias que causan alteraciones gastrointestinales como los gases, la diarrea o el estreñimiento. Además de carminativa o diurética, la pimienta también tiene capacidad antioxidante, antibacteriana y de estimular la descomposición de las células de grasa.

6 Tomillo: Vitaminas: Las hojas del tomillo son ricas en vitamina B1, vitamina C, manganeso, taninos, saponinas y triterpenoides entre otras.

Digestión: Es una planta digestiva, estimula el apetito, por lo que se utiliza en la cocina para preparar aperitivos, además, evita espasmos intestinales.

Cicatrización: muy útil para ayudar a cerrar y sanar heridas, cortadas, etc.

Tiene excelentes propiedades expectorantes: ayuda a evacuar de mucosidades las vías respiratorias, modera los efectos de la tos, muy útil en casos de bronquitis, asma

7 Pimentón: Su alto contenido en hierro hace que el pimentón ayude a evitar la anemia ferropénica o anemia por falta de hierro. Debido a la cantidad de hierro que aporta este condimento, hace que este sea un alimento recomendado para personas que practican deportes intensos ya que estas personas tienen un gran desgaste de este mineral.

El pimentón, al ser un alimento rico en potasio, ayuda a una buena circulación, regulando la presión arterial por lo que es un alimento beneficioso para personas que sufren hipertensión. El potasio que contiene este condimento ayuda a regular los fluidos corporales y puede ayudar a prevenir enfermedades reumáticas o artritis.

El alto contenido en zinc del pimentón facilita a nuestro organismo la asimilación y el almacenamiento de la insulina. El zinc que contiene este condimento, contribuye a la madurez sexual y ayuda en el proceso de crecimiento, además de ser beneficioso para el sistema inmunitario y la cicatrización de heridas y ayuda a metabolizar las proteínas. Al ser rico en zinc, este alimento también ayuda a combatir la fatiga e interviene en el transporte de la vitamina A a la retina.

Tomar pimentón, al estar entre los alimentos ricos en fibra, ayuda a favorecer el tránsito intestinal.

El pimentón es un alimento rico en vitamina K, B6 (piridoxina), B5, B3, etc

8 Jengibre: se ha conocido por sus propiedades medicinales, como antiespasmódico, antiséptico, antiviral, expectorante y estimulante del sistema circulatorio. Incluso, como agente anticoagulante en la sangre.

El consumo de jengibre facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos, se encarga con más cuidado de que los compuestos esenciales lleguen a donde deben.

9 La cayena: aporta beneficios tanto estimulantes como tónicos a todo el organismo, pero principalmente sobre nuestro sistema tanto digestivo como circulatorio (de hecho, es ideal para activar la circulación).

En este sentido, la cayena es capaz no solo de mejorar nuestra circulación, sino de fortalecer las arterias, capilares y el corazón.

En lo que tiene que ver con el propio sistema digestivo, la cayena es adecuada para aliviar los cólicos abdominales y las flatulencias.

En caso de gripe o resfriados ejerce un importante efecto anticatarral, ayudando no solo a combatirlo, sino a prevenir el riesgo de contagio.

10 Orégano: Propiedades antioxidantes: El orégano contiene Timol y Ácido rosmarinico que ayudan al cuerpo a disminuir los efectos de los radicales libres, que son los responsables del envejecimiento celular

Propiedades anti espasmódicas: El Timol y carvacrol contenido en esta hierba ayudan a estabilizar las membranas musculares y también tienen propiedades anti inflamatorias.

La pasta hecha de hojas secas de orégano es usada exitosamente para tratar dolores particulares del reumatismo, artritis, inflamaciones, picazón, músculos inflamados y otros dolores musculares.

Todo sobre el ejercicio y radicales libres. Cómo afecta al deportista.

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  1. Introducción

Los deportistas siempre han deseado ayudas nutricionales que les permitan aumentar su rendimiento deportivo. Estas sustancias que genéricamente se ha denominado ayudas ergogénicas englobarían la utilización de cualquier elemento que condujese a obtener un mejor rendimiento deportivo o una limitación de las consecuencias negativas del mismo sin perturbar o poner en riesgo la salud del deportista

La utilización de complementos dietéticos ergogénicos se ha insaturado rápidamente en los deportes individuales por el deseo de aumentar el rendimiento deportivo durante actividades deportivas en las que no olvidemos, deben invertir múltiples horas durante largas sesiones de entrenamiento. Paradójicamente, los deportes de equipo han sido los últimos en darle a la nutrición la importancia que tiene dentro de la preparación de un deportista, debido a que existen muchas variables a controlar se han centrado en la mejora de cualidades tácticas y técnicas, dejando apartado las posibles mejoras que se pueden alcanzar con este tipo de ayudas.

Una de las líneas de investigación abiertas en este sentido es la del papel beneficioso que pueden tener algunas sustancias antioxidantes en la mejora de rendimiento de los deportistas, reduciendo los radicales libres producidos en el ejercicio físico. En este sentido una de las sustancias más estudiadas por su poder antioxidante con relación al ejercicio es la vitamina E, junto con el ácido ascórbico (vitamina C).

Los tocoferoles y los beta-carotenos se incluyen dentro de los antioxidantes que protegen a la membrana celular frente a los radicales que atacan a las lipoproteínas de baja densidad de la misma. El periodo precedente a la oxidación, en que se consume primero el tocoferol y después el beta-caroteno, se denomina fase de intervalo. Esta fase parece servir como medida de la protección de las lipoproteínas por los antioxidantes, y su duración está determinada por el contenido de antioxidantes.

Este trabajo hace una pequeña revisión de los últimos estudios que se han llevado a cabo con la vitamina E y su papel antioxidante ante los radicales libres producidos por el ejercicio.

  1. Ejercicio y radicales libres

Actualmente se conoce que el ejercicio físico intenso y continuado, se acompaña de la producción de radicales libres causantes de la alteración de las membranas celulares.

Se han sugerido muchos factores implicados en la producción de radicales libres y de la peroxidación lipídica subsiguiente al ejercicio físico, el aumento de la captación y utilización de oxígeno, la depleción de los sustratos energéticos, la disminución de la cadena respiratoria, la elevación de la temperatura corporal y la relativa isquemia que se produce durante la contracción muscular, están involucrados en la peroxidación citado por el aporte energético al músculo durante el ejercicio debe hacerse de manera rápida y coordinada, lo que requiere variaciones precisas del flujo de oxígeno a través de los tejidos y de la cadena respiratoria mitocondrial. El incremento en la utilización de oxigeno durante el ejercicio conduce a un aumento de la utilización mitocondrial que no se apareja con un aumento del aporte de oxígeno, lo que puede conducir a la producción de radicales libres. 

La producción de radicales libres es una secuela del aumento del consumo de oxígeno concomitante con el ejercicio, y tiene una estrecha relación con el daño muscular. Para varios autores, la producción de radicales libres se origina durante el ejercicio y durante el estado de reposo en el periodo de recuperación.

Además, el ejercicio ayuda a generar radicales libres también a través de otros medios como:

  • Los aumentos en la epinefrina y otras catecolaminas que pueden producir radicales de oxigeno cuando ellos son metabólicamente inactivos.
  • La producción de ácido láctico que puede convertir a un radical libre débilmente dañado (superóxido) en un radical fuertemente dañino (hidroxil)
  • Otros autores hablan de que la generación de los radicales de oxigeno puede ser generada por una entrada de macrófagos en el músculo y una activación de citokinas durante el ejercicio de alta intensidad.
  • Sin embargo, debido a la redistribución sanguínea durante el ejercicio, algunos tejidos pueden permanecer transitoriamente en estado de hipoxia durante la contracción muscular, por lo que durante la relajación existe mayor utilización de oxígeno en el proceso de reperfusión y por tanto ser susceptible de la peroxidación.
  • Por otra parte, el ejercicio influye en la reducción de los niveles de NADH y de NADPH, que son requeridas como cofactores esenciales para la actividad de algunas enzimas atrapadoras de radicales libres.
  1. Daño producido en el músculo por el ejercicio

Los cambios de la estructura muscular se siguen de una respuesta inflamatoria que es reparada habitualmente, pero aunque cuando el ejercicio se mantiene y no se instauran las terapias reparadoras pertinentes, conducen a rabdomiolisis. Inicialmente los focos de daño estructural se localizan en las microfibrillas y en el citoesqueleto.

Este estado de rabdomiolisis se acompaña de una liberación de enzimas musculares, aumento de mioglobina y de mioglobulina. Si a este estado se añade cierto grado de deshidratación aumenta el riesgo y las consecuencias de la rabdomiolisis. Además se observa cierto grado de desestructuración celular en las células dañadas con una degradación de los lípidos y proteínas estructurales.

Tanto las fibras rápidas como las lentas se ven afectadas por el daño muscular predominando en el hombre el daño en las fibras de tipo II.

Se han postulado diferentes hipótesis para explicar el daño muscular inducido por el ejercicio y las consecuencias del mismo, entre otros se ha implicado el estrés mecánico, el estrés metabólico y las alteraciones en la microcirculación. Además de cambios secundarios, donde se incluyen los producidos por los radicales libres.

Las elevaciones de enzimas del músculo como la lactato-deshidrogensasa y la creatinkinasa (CK) en el plasma durante la actividad física son usados como indicadores del daño muscular. Así lo recogen autores como Manzana y Rodees, citados por Clarkson et al, que encontraron niveles de CK significativamente elevados en corredores de maratón 24 horas después de una maratón. Schwane et al, citado por Clarkson et al, hicieron lo propio con sujetos no entrenados realizando una prueba de 45 minutos encontrando un aumento significativo de la CK a las 24 horas de la prueba.

Meydani et al encuentran más daño del músculo esquelético en hombres mayores que realizaron una prueba de 45 minutos de intensidad alta con ejercicios excéntricos que en hombres jóvenes que realizaron la misma prueba a una intensidad similar. La evidencia está en el que el músculo esquelético de las personas mayores puede ser más susceptible a las lesiones en ejercicios excéntricos que en los jóvenes. Esto es así puesto que en las personas mayores pueden existir más daños intrínsecos.

  1. Antioxidantes y ejercicio

El cuerpo contiene un sistema de defensa de antioxidantes detallado que depende del aporte dietético de vitaminas y minerales y la producción endógena de compuestos como la glutatión y diferentes enzimas como las catalasas.

Pues bien, diferentes componentes del sistema defensivo contra los radicales libres aumentan en los tejidos tras la realización de ejercicio, llevado a cabo regularmente. En este sentido, varios autores han comunicado que el entrenamiento promueve un incremento de la actividad enzimática antioxidante muscular. Sin embargo, no está aclarado cuánta es la duración e intensidad óptimas de ejercicio que conducen a la máxima estimulación de estas enzimas.

Existen estudios que afirman que el entrenamiento induce la producción de enzimas como la glutation peroxidasa, superóxido dismutasa y catalasa. En este sentido Liu et al, citado por Jennifer, M et al encuentra en maratonianos un aumento a la resistencia a la oxidación de lipoproteínas de baja densidad y un aumento del glutation peroxidasa en el plasma hasta 4 días después de una maratón. R. Child et al, citado por Jennifer, M et al encontraron aumentos en la capacidad antioxidante de atletas con un aumento en plasma de CK y ácido úrico después de 70 contracciones excéntricas máximas voluntarias con el extensor de la rodilla. Mismos resultados fueron encontrados por Alessio 13 en contracciones isométricas y en ejercicios aeróbicos.

Algunos autores hablan que este aumento de la capacidad antioxidante depende del tipo de fibra, siendo las fibras lentas las que mayores niveles de glutatión y catalasas alcanzan tras el ejercicio (F. Tessier et al) citado por Jennifer, M. Estos resultados sugieren que la glutatión peroxidasa puede aumentar como respuesta compensatoria a la oxidación producida por el ejercicio, funcionando como un marcador de la sensibilidad oxidativa en el músculo.

También, después del ejercicio se ha observado aumento plasmático de tocoferol y ácido ascórbico, sustancias ya comentadas por su potencial antioxidante. Gleeson et al informó que la concentración del plasma de ácido ascórbico aumentó de 52.7 mmol/L a 67.0 mmol/L inmediatamente después de una carrera de 21 km. Sin embargo después de la carrera las concentraciones de ácido ascórbico disminuyeron al 20% por debajo de los valores antes del ejercicio. Hay estudios que encontraron aumentada la concentración de vitamina E después de una prueba de ejercicio graduado realizada a esquiadores de larga distancia.

La vitamina E es el mayor antioxidante liposoluble que se encuentra en las membranas celulares. Su principal función es proteger a dichas membranas contra la peroxidación lipidica actuando directamente sobre los radicales del oxígeno, incluso contra el oxígeno singlete, y contra radicales superoxidos. La vitamina C actúa recíprocamente con la vitamina E regenerando el radical tocoferol.

El ejercicio parece perturbar el balance del sistema defensivo antioxidante, pero cuando la fracción antioxidante se ve comprometida aumenta la susceptibilidad al daño muscular. Sin embargo, parece que el ejercicio regular, mantenido y moderado tan sólo es suficiente para mantener el sistema defensivo antioxidante. Además hay evidencias de que con un entrenamiento progresivo en la potencia aeróbica se produce un aumento de este sistema de defensa

  1. Requerimientos de vitamina E en deportistas

La actividad física realizada de manera intensa, lleva al deportista de élite a mantener un equilibrio muy inestable entre demandas e ingresos en macro y micronutrientes. Un deportista de alto nivel entrena una media diaria de cuatro horas, lo que supone un alto requerimiento nutricional. Todo ello ha llevado a la práctica sistemática, exenta de rigor científico, de la suplementación en deportistas de su alimentación diaria con preparados polivitaminicos.

La aplicación de las necesidades teóricas en los diversos nutrientes a un colectivo tan especial no tiene tampoco un adecuado rigor, ya que dichas necesidades teóricas se basan en las recomendaciones nutricionales que consisten en aplicar las necesidades promedio más dos desviaciones estándar, a lo que se agrega una cantidad extra como margen de seguridad, lo cual es muy poco preciso.

Sabemos que la necesidad de un nutriente es la expresión numérica de la cantidad que un individuo dado, en un momento determinado, y bajo unas condiciones específicas necesita para mantener un estado nutricional, de salud y de forma física adecuado.

En concreto, al caso que no referimos, es decir la vitamina E, las necesidades deben expresarse en función de la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados. La relación tocoferol/P.U.F.A. debe ser mayor de 0,79, por lo que un deportista que consuma 60 mg de ácidos grasos poliinsaturados precisaría una cantidad de vitamina E de unos 35mg diarios.

Algunos investigadores han observado una relación inversamente proporcional entre la concentración de vitamina E en plasma y el porcentaje de fibras I del músculo. Esta relación puede indicar que personas físicamente activas con un porcentaje alto en fibras de tipo I puedan tener un requisito mayor de vitamina E en relación con aquellos que tengan más porcentaje de fibras tipo II.

También se ha observado por parte de estos mismos investigadores que una deficiencia en vitamina E aumenta los daños producidos por los radicales libres durante el ejercicio en ratas, existiendo un agotamiento prematuro (40% menos de la capacidad normal). Además se ha encontrado una fragilidad mayor de las membranas del lisosoma.

  1. Suplementación de vitamina E en deportistas

Hasta ahora se ha analizado cuáles son los problemas que causan los radicales libres producidos por el ejercicio, y cómo influye éste en el sistema de defensa antioxidante del organismo humano, aumentándolo. Ahora bien, ¿será mayor el aumento de las defensas endógenas producidas por el entrenamiento que la creación de radicales libres, o será al contrario?, y si esto es así, sabiendo que la vitamina E tiene un gran poder antioxidante, ¿qué efectos tendrá un suplemento de vitamina E en el rendimiento de los deportistas; servirá ésta para paliar los problemas ocasionados por el ejercicio intenso?

Estas y otras interrogantes empezaron a tener respuestas ya en 1974 cuando Sephard et al realizó el primer estudio de suplementación de esta vitamina en deportistas, encontrando diferencias significativas en cuanto a su rendimiento físico tras suplementar al grupo de investigación con 1.000 mg de I-tocoferol.

Kobayashi en 1974, citado por Sen, C. K and Roy, S comunicó unos estudios experimentales en los que se constataba una mejora en el tiempo invertido en recorrer una distancia determinada tras la suplementación con vitamina E. Sin embargo, no parecían modificarse de manera significativa ni el costo energético ni la recuperación de la frecuencia cardiaca.

Posteriormente, otros trabajos no han confirmado este supuesto efecto. Lawrence et al. citado por Sen, C. K and Roy, S en 1975, en un magnífico estudio, dividieron a 48 nadadores bien entrenados en un grupo experimental y otro grupo tratado con placebo. El grupo experimental recibió 800 mg. de I-tocoferol durante 6 meses, realizándose pruebas de resistencia aeróbica en los meses 1, 2, 5 y 6 de suplementación. Como resultado final no observó diferencias significativas entre ambos grupos.

Hoy en día los estudios han avanzado mucho y aunque se tiene algunas evidencias sobre la vitamina E y sus beneficios en el deporte todavía hay controversias entre unas investigaciones y otras.

Recientemente, Meydani et al examinaron los efectos de la suplementación en la dieta de vitamina E con la concentración de ésta en el músculo esquelético. Los sujetos recibieron 800 mg de I-tocoferol durante 30 días. La concentración en el plasma de I-tocoferol aumentó en un 300%. Biopsias realizadas a músculos sometidos a una suplementación parecida a la anterior mostraron un aumento del 53%.

Para probar los efectos de la vitamina E en la peroxidación de los lípidos por el ejercicio, Dillard et al, citado por Priscilla M administró 1200 IU de d-tocoferol a los sujetos por un periodo de tiempo de 2 semanas y observó una reducción significativa en el pentano expirado en reposo y durante el ejercicio. Sumida et al realizó una prueba de ciclismo progresivo hasta el agotamiento, donde los sujetos ingirieron 300 mg de vitamina E durante 4 semanas. Se encontraron valores más bajos de la enzima del músculo B-glucoronidasa y transaminasa de oxalato glutámico en las mitocondrias, con lo que se concluyó que la vitamina E era eficaz disminuyendo la peroxidación de los lípidos. Sin embargo, se sabe bien que repitiendo un ejercicio que causa daños musculares, existe una adaptación rápida tal que estos marcadores del daño muscular disminuyen en la segunda prueba, con lo que puede que esta disminución de la peroxidación encontrada sea producida por la adaptación al ejercicio.

En unos de los pocos estudios de investigación realizados a largo plazo, Rokitzki et al realizaron una prueba a ciclistas a los que les dio 300 mg de d-tocoferol, suministrándoles a otro grupo un placebo durante 5 meses. Los resultados obtenidos mostraron una menor concentración en plasma de MDA y CK que en el grupo placebo. Los autores sugirieron que los hallazgos indican un efecto protector de la vitamina E durante el estrés oxidativo producido por el ejercicio.

Varios estudios han realizado diversas investigaciones sobre los efectos de la vitamina E durante el ejercicio y no han encontrado efectos beneficiosos cuando el ejercicio que realizaban era sobre la capacidad aeróbica, es decir no superaban el umbral anaeróbico.

En cambio cuando los ejercicios a realizar requerían esfuerzos máximos o muy intensos, es decir sobrepasando el umbral anaeróbico, si se ha comprobado el papel protector de esta vitamina.

Existen otros estudios que afirman que cuando se produce un ejercicio excéntrico continuado se produce una menor oxidación por parte de los radicales libres, como indica el ahorro de ácidos grasos y la disminución por orina de TBARS

Uno de los puntos donde la mayoría de los investigadores están de acuerdo es en la mejora en la capacidad antioxidante por el suplemento de vitamina E durante ejercicios realizados en altura. Schnass y Pabst encontraron una disminución del pentano expirado después de una subida de alta montaña en sujetos que habían tomado un suplemento de 400 mg de vitamina E durante 10 semanas. Resultados parecidos encontró Chao et al, citado por William J Evans cuando le suministró un suplemento de 440 mg de vitamina E y 500 mg de vitamina C a un grupo de Marinos americanos durante un entrenamiento de 2 semanas en alta montaña.

  1. Conclusiones

El ejercicio físico crea situaciones que hacen peligrar el equilibrio celular, siendo una de éstas la producción de radicales libres, causantes de la alteración de las membranas celulares, originando el daño muscular.

Pero a la vez que el ejercicio produce mayor estrés oxidativo rompiendo el equilibrio existente entre el sistema de defensa antioxidante y los radicales libres, generando así mayor daño celular, este mismo ejercicio si se realiza de una forma continuada en el tiempo y moderada hace que se produzca una adaptación de este sistema de defensa, aumentando así su poder antioxidante.

Uno de los debates abiertos en este sentido es si el planteamiento de la mejora de la capacidad antioxidante del organismo producida por el entrenamiento es capaz de neutralizar el exceso de radicales libres tan grandes que se producen tras una práctica deportiva intensa.

Esta interrogante anterior nos lleva a la siguiente duda, y es si los deportistas necesitan de un suplemento de antioxidantes (vitamina E) para llegar al equilibrio antes mencionado. Parece ser que por los estudios existentes que este grupo de población necesita un requerimiento superior al resto, pero no existen datos concluyentes de cuáles deberían ser las dosis idóneas para ellos.

Pero más allá de las necesidades de los deportistas, y en nuestro caso con la vitamina E, la mayoría de las investigaciones se centran en qué medida un suplemento de este antioxidante puede mejorar sus capacidades físicas.

Aunque los estudios al respecto no son del todo claros por la diversidad de resultados encontrados podemos decir que en casos concretos como son actividades físicas que superen el umbral anaeróbico, o que tengan un componente mayoritario de contracciones excéntricas, o que se realicen en altitud, con el aporte de un complemento de vitamina E, existe una disminución del daño muscular producida por la propia actividad. Estos estudios hablan de dosis que pueden rondar entre los 400 a los 800 mg, durante un periodo de tiempo de entre 2 y 4 semanas de duración.

Por lo tanto podemos concluir que en estos casos al haber una disminución del daño muscular, se producirá una menor fatiga en el músculo, con lo que se va a producir una mejor y más temprana recuperación del mismo. Es decir, que el suplemento de vitamina E en el deportista mejora de manera indirecta su rendimiento y nunca de forma directa. Quiere decir esto que con un complemento de vitamina E ningún deportista va a mejorar sus capacidades físicas, descartando la idea de tomar esta vitamina como un compuesto mágico que ayude a superar las marcas personales de estos.

 

Vitamina E (Tocofenol). Función en deportistas.

El ejercicio que hacemos normalmente los deportistas incrementa el consumo de oxígeno y su utilización por parte de las células del organismo, esto genera una mayor producción de radicales libres que pueden causar la oxidación de lípidos de membranas celulares y ocasionar un daño estructural.

Pero a veces, la actividad supera nuestro umbral anaeróbico y se realiza un máximo esfuerzo que provoca el desequilibrio entre la capacidad antioxidante del organismo y los radicales libres generados durante el ejercicio.

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Hablemos un poco de la vitamina E (Tocofenol)

También esta vitamina se encuentra en formas químicas diferentes: los tocoferoles y los tocotrienoles, presentes ambos en los vegetales, aceites, frutas secas y cereales integrales.

Posiblemente sea uno de los antioxidantes más conocidos, junto con la vitamina C, por la población, ya que cada vez se le relaciona más con efectos protectores contra el envejecimiento.

Pertenece al grupo de las liposolubles, que por sus características químicas son solubles en grasas. Su consumo es esencial, pero el exceso puede resultar contraproducente porque se almacena en el organismo. Además, es antioxidante. Protege las membranas celulares y evita la oxidación de células, proteínas, lípidos y material genético.

A modo de ejemplo, se pueden citar varias acciones: impide la oxidación del colesterol «malo», y aumenta así la salud cardiovascular, protege de algunos tipos de cáncer y parece tener también cierta acción protectora, junto a la vitamina C, sobre enfermedades degenerativas cerebrales.

A nivel celular, tiene una importante acción protectora sobre los ácidos grasos insaturados que forman parte de unos compuestos llamados fosfolípidos, que componen las membranas celulares. La oxidación de estas sustancias provoca cambios muy importantes a nivel celular, que dificultan la relación de la célula dañada con su entorno.

Gracias a su capacidad para captar el oxígeno, actúa como antioxidante en las células frente a los radicales libres presentes en nuestro organismo, así al impedir la oxidación de las membranas celulares permite una excelente nutrición y regeneración de los tejidos.

Por eso es muy importante asegurarnos un aporte suficiente de vitamina E para que éstos sean totalmente funcionales.

  • La ingesta diaria recomendada es de 10 mg. Dependera tambien de la persona si es deportista o tiene alguna enfermedad o carencia.
  • Hay que tener en cuenta que con la cocción de los alimentos se destruye gran parte de esta vitamina.
  • Su déficit de vitamina E se encuentra la debilidad muscular, un incremento de la destrucción de las membranas celulares, disposición anormal de grasa en los músculos y ruptura de las células rojas sanguíneas, daños en la retina, detención del crecimiento en niños.
  • Su exceso comparada con otras vitamina liposolubles, la vitamina E es relativamente poco tóxica cuando se ingiere por vía oral. Debido a su popularidad como agente profertilidad y sus supuestas acciones favorables sobre la potencia sexual, son muchos los que ingieren habitualmente dosis muy por encima del CDR y sin efectos negativos. Sin embargo, a altas dosis y por largos espacios de tiempo, puede inferir con la actividad de la vitamina K, lo que podrías acarrear  problemas con la coagulación de la sangre.
Alimnentos altos en vitamina E

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¿Hay algunos estudios de suplementos con vitamina E?

Hoy en día los estudios han avanzado mucho y aunque se tiene algunas evidencias sobre la vitamina E y sus beneficios en el deporte todavía hay controversias entre unas investigaciones y otras.

En un estudio en Meydani et examinaron los efectos de la suplementación en la dieta de vitamina E con la concentración de ésta en el músculo esquelético. Los sujetos recibieron 800 mg de I-tocoferol durante 30 días. La concentración en el plasma de I-tocoferol aumentó en un 300%. Biopsias realizadas a músculos sometidos a una suplementación mostraron un aumento del 53%.

Para probar los efectos de la vitamina E en la peroxidación de los lípidos por el ejercicio, Dillard et al, citado por Priscilla M  administró 1200 IU de d-tocoferol a los sujetos por un periodo de tiempo de 2 semanas y observó una reducción significativa en el pentano expirado en reposo y durante el ejercicio. Sumida et al realizó una prueba de ciclismo progresivo hasta el agotamiento, donde los sujetos ingirieron 300 mg de vitamina E durante 4 semanas. Se encontraron valores más bajos de la enzima del músculo B-glucoronidasa y transaminasa de oxalato glutámico en las mitocondrias, con lo que se concluyó que la vitamina E era eficaz disminuyendo la peroxidación de los lípidos. Sin embargo, se sabe bien que repitiendo un ejercicio que causa daños musculares, existe una adaptación rápida tal que estos marcadores del daño muscular disminuyen en la segunda prueba, con lo que puede que esta disminución de la peroxidación encontrada sea producida por la adaptación al ejercicio.

En unos de los pocos estudios de investigación realizados a largo plazo, Rokitzki et al realizaron una prueba a ciclistas a los que les dio 300 mg de d-tocoferol, suministrándoles a otro grupo un placebo durante 5 meses. Los resultados obtenidos mostraron una menor concentración en plasma de MDA y CK que en el grupo placebo. Los autores sugirieron que los hallazgos indican un efecto protector de la vitamina E durante el estrés oxidativo producido por el ejercicio.

Varios estudios han realizado diversas investigaciones sobre los efectos de la vitamina E durante el ejercicio y no han encontrado efectos beneficiosos cuando el ejercicio que realizaban era sobre la capacidad aeróbica, es decir no superaban el umbral anaeróbico.

En cambio cuando los ejercicios a realizar requerían esfuerzos máximos o muy intensos, es decir sobrepasando el umbral anaeróbico, si se ha comprobado el papel protector de esta vitamina.

Existen otros estudios que afirman que cuando se produce un ejercicio excéntrico continuado se produce una menor oxidación por parte de los radicales libres, como indica el ahorro de ácidos grasos y la disminución por orina de TBARS.

Uno de los puntos donde la mayoría de los investigadores están de acuerdo es en la mejora en la capacidad antioxidante por el suplemento de vitamina E durante ejercicios realizados en altura. Schnass y Pabst  encontraron una disminución del pentano expirado después de una subida de alta montaña en sujetos que habían tomado un suplemento de 400 mg de vitamina E durante 10 semanas. Resultados parecidos encontró Chao et al, citado por William J Evans 4 cuando le suministró un suplemento de 440 mg de vitamina E y 500 mg de vitamina C a un grupo de Marinos americanos durante un entrenamiento de 2 semanas en alta montaña.

Conclusión final.

Aunque los estudios al respecto no son del todo claros por la diversidad de resultados encontrados podemos decir que en casos concretos como son actividades físicas que superen el umbral anaeróbico, o que tengan un componente mayoritario de contracciones excéntricas, o que se realicen en altitud, con el aporte de un complemento de vitamina E, existe una disminución del daño muscular producida por la propia actividad. Estos estudios hablan de dosis que pueden rondar entre los 400 a los 800 mg, durante un periodo de tiempo de entre 2 y 4 semanas de duración.

Por lo tanto podemos concluir que en estos casos al haber una disminución del daño muscular, se producirá una menor fatiga en el músculo, con lo que se va a producir una mejor y más temprana recuperación del mismo. Es decir, que el suplemento de vitamina E en el deportista mejora de manera indirecta su rendimiento y nunca de forma directa. Quiere decir esto que con un complemento de vitamina E ningún deportista va a mejorar sus capacidades físicas, descartando la idea de tomar esta vitamina como un compuesto mágico que ayude a superar las marcas personales de estos.