Intolerancias digestivas a los Hidratos de Carbono

Las intolerancias digestivas pueden ser congénitas o bien deberse a otras enfermedades  intestinales. Dentro de la intolerancia digestiva congénita encontramos la mala absorción  de glucosa, fructosa, galactosa y lactosa, siendo esta última la más frecuente, que es conocida como intolerancia a la lactosa y que por su elevada incidencia se comenta a continuación.

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Intolerancia a la lactosa

Como hemos visto anteriormente, la lactosa es un disacárdio formado por una molécula de  glucosa y otra de galactosa. Cuando la lactosa llega al intestino delgado es dividida en estas  dos moléculas por una enzima llamada lactasa, con el fin de que puedan ser absorbidas  y transportadas al torrente sanguíneo.
Algunas personas nacen sin lactasa, otras tienen muy poca, y otras producen menos enzima conforme aumenta su edad. Cuando la cantidad de lactasa es baja o inexistente, la lactosa no puede ser digerida en el intestino delgado y pasa al intestino grueso, donde es fermentada por la flora intestinal. Esto provoca náuseas, diarrea, gases, calambres e hinchazón del vientre.

52328Esta intolerancia afecta al 75% de la población mundial. Su incidencia en humanos depende directamente de la raza y la edad que tenga el individuo. Hay ciertos grupos de poblaciónque se ven afectados en mayor medida por esta enfermedad. Así, es más frecuentela aparición de la intolerancia a la lactosa en grupos asiáticos. En Asia, proximadamente el 90% de la población padece este trastorno intestinal. También es  frecuente, aunque en menor medida, en grupos africanos, hispánicos y los procedentes  del sur de la India. En España la intolerancia a la lactosa afecta entre el 19 y el 28% de  la población.

DIABETES
Podemos definir la diabetes como un conjunto de enfermedades metabólicas de etiología y clínica heterogénea, caracterizadas por presentar elevadas cifras de glucemia, tanto en ayunas como a lo largo del día, como resultado de defectos en la secreción de insulina, en la acción de la misma o ambas. La hiperglucemia crónica en la diabetes se asocia con lesiones a largo plazo, fundamentalmente en los ojos, riñón, sistema nervioso y corazón.
Pueden considerarse los siguientes tipos:

  • Diabetes tipo 1: incapacidad para producir insulina por afectación de las células beta pancreáticas, de etiología autoinmune o idiopática. También se la conoce como diabetes insulinodependiente, aunque la tipo 2 puede llegar a ser también insulinodependiente con el paso del tiempo.
  • Diabetes tipo 2: producción pancreática insuficiente o resistencia hepática y muscular a la insulina.
    Diabetes gestacional: cuando la hiperglucemia aparece durante el embarazo.
    Otros tipos específicos:
  • Defectos genéticos que afectan a la función de las células beta o a la acción de la insulina. causas de la diabetes: Predisposición genética, Factores inmunológicos, Obesidad, Sedentarismo
  • Asociada a alteraciones del páncreas exocrino.
  • Asociada a endocrinopatías.
  • Inducida por fármacos.
  • Asociada a infecciones.
  • Asociada a síndromes genéticos.

Como vimos en artículos anteriores, La glucosa es necesaria para que las células obtengan energía. Para que las células puedan hacer uso de ella, es necesaria la actuación de una hormona denominada insulina, que permite el paso de la glucosa sanguínea a las células.
Esta hormona la producen las células beta del páncreas. Cuando se ingieren hidratos de carbono, el páncreas libera insulina al torrente sanguíneo. Pero para que la insulina cumpla su misión han de cumplirse ciertas condiciones, fundamentalmente, que el páncreas segregue la insulina suficiente y que las células del organismo sean capaces de reconocer esa insulina y de esta forma permitir que actúe. El fallo en alguna de estas condiciones origina niveles elevados de glucosa en sangre.

Un factor importante a tener en cuenta, que predispone a la aparición de la diabetes es la obesidad.
Aunque en muchos casos, sobre todo en los comienzos de la diabetes tipo 2, existe poca sintomatología, hasta el punto que puede pasar desapercibida, una vez instaurada la enfermedad, los síntomas principales se recogen en:

  • Sed excesiva.
  • Cansancio y debilidad.
  • Pérdida de peso.
  • Cambios de ánimo.
  • Malestar en el estómago y vómitos.
  • Vista nublada.
  • Curación lenta de heridas.
  • Infecciones en la piel, encías o vejiga
  • Hambre inusual.

El tratamiento de la diabetes se basa en la dieta, ejercicio físico y medicación, y lo que se pretende es mantener el nivel normal de glucosa en sangre. Aunque se están dando casos que mejorando los hábitos alimentarios dejan de prescindir de medicamentos que antes utilizaban habitualmente. Dependiendo del tipo de diabetes se llevará a cabo un tratamiento u otro.