La importancia de un buen PH, alimentos alcalinos y ácidos

El símbolo pH es utilizado mundialmente para hacer referencia a la fórmula del potencial de hidrógeno (H), es decir la cantidad de hidrógeno que existe en una solución. Así, las diferentes sustancias con las que podemos entrar en contacto poseen un nivel de pH diferenciado que los caracteriza y que los hace especialmente útiles o beneficiosos para determinados casos. La escala del pH se establece en torno a lo que se considera el nivel medio: el agua. Este recurso natural posee una acidez y una alcalinidad nula, por lo cual se considera el punto medio entre los dos extremos, el ácido y el alcalino.

De 7 a 0, es decir, cuando se va al comienzo de la escala, estaremos hablando de los elementos o sustancias más ácidos. Entre ellos, el jugo de limón o el vinagre (que contienen un pH de 2), el vino (pH de 4) o la lluvia (pH de 5.5) son los más ácidos a medida que nos acercamos al agua. El elemento con mayor nivel de acidez conocido es el ácido que se encuentra en las baterías, sustancia que posee un pH de 0, colocándose entonces al tope de la escala. Cuando pasamos el punto del agua hacia arriba, es decir de 7 a 14, encontramos los elementos o sustancias más alcalinas, las que poseen menor nivel de acidez. Una de ellas es la sangre humana, un elemento alcalino que posee un pH cercano al del agua (7.5).

La mayor parte de los elementos alcalinos son elementos que sirven mucho para la limpieza o desinfección como por ejemplo limpiadores, blanqueadores, el amoníaco, el jabón. Uno de los elementos más alcalinos conocidos es el limpiador líquido para desagües que posee un pH de 14.

La escala del pH es sumamente importante para conocer las características de diferentes elementos y ambientes ya que se considera que en espacios sumamente alcalinos o sumamente ácidos no es posible la existencia de vida por la altísima o bajísima presencia de hidrógeno.

Estudios recientes han demostrado que a menos de que el pH del cuerpo este a un nivel un poco alcalino, el cuerpo no se puede curar a sí mismo. Por eso no importa la forma que usted use para cuidar sus problemas de salud, no será efectivo a menos que usted incremente el nivel de su pH. Si el pH de su cuerpo no está equilibrado no podrá asimilar vitaminas, minerales y suplementos alimenticios efectivamente.

PH es una medida de la acidez o la alcalinidad. La escala del pH va desde 0 a 14. El punto medio de la escala del pH es 7, aquí hay un equilibrio entre la acidez y alcalinidad. Dicha solución sería neutral.

Según un estudio de la Universidad de California, el 95% de los alimentos que ingerimos en la dieta clásica occidental son ácidos. Esta situación a la larga puede crear la así llamada acidosis metabólica crónica, que es reconocida clínicamente, con efectos deletéreos para el cuerpo, incluyendo retrasos en el desarrollo de los niños, pérdida de masa muscular y osteoporosis en adultos, formación de cálculos renales y muchísimos otros problemas que probablemente ni siquiera imagináis lejanamente.

acido-alcalino1El pH de su cuerpo afecta a todo

El cuerpo tiene que tener un pH equilibrado en la mayoría de los organismos vivientes en la tierra o no funcionan correctamente. El nivel alcalino es muy importante por que estudios han demostrado que las enfermedades no pueden sobrevivir en un estado alcalino pero en cambio se fortalecen en ambientes acídicos.

Si el pH es acídico: la habilidad de absolver nutrientes y minerales disminuirá, la producción de energía en las células disminuirá, la habilidad de curar las células enfermas disminuye, la habilidad de destoxificar metales pesados disminuye, las células de tumores se fortalecen, y el cuerpo se hace más susceptible a la fatiga y las enfermedades. Un pH acídico puede ocurrir por una dieta acídica, estrés emocional, intoxicación, o reacciones inmunológicas que depraven a las células de oxígeno y otros nutrientes. El cuerpo tratara de compensar este pH acídico usando minerales alcalinos.

  • Si la dieta no contiene suficientes minerales para compensar, el ácido se acumulara en las células.
  • La sangre acídica se coagula más rápidamente y provoca que se obstruyan las venas. (Colesterol, arteriosclerosis, mala circulación, etc.
  • Los niveles bajos de pH también propician la secreción de esta hormona catabólica enemiga de todo deportista por su alta capacidad para destruir masa muscular.
  • También los minerales juegan un rol importante en el comportamiento acidificante o alcalinizante de los alimentos y nos permiten hacer una elección más consciente.
  • Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro.  En cambio son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de: calcio, magnesio, sodio y potasio. 

Las dietas que producen ácidos en exceso pueden provocar cada día la “extracción” de 60 miligramos de bicarbonatos de calcio desde el esqueleto. Esto significa perder, en una decena de años, el 15% de la masa ósea, provocando de este modo, la osteoporosis

El nivel del pH (medido como ácido – alcalino) de nuestros líquidos internos afecta todas las células de nuestro cuerpo. Desequilibrios acídicos de cualquier clase en su cuerpo pueden tener efectos contundentes.

El equilibrio del pH comienza con una dieta y nutrición apropiada. Esto incluye comer comidas alcalizantes (verduras, frutas bajas en azúcar, etc.), hidratación extrema (tomar mucha agua alcalina, iónica, agua estructurada), y una suplementación adecuada. Desafortunadamente muchas de las comidas que comemos (azúcar, carnes, lácteos, café, etc.) producen ácidos; no es difícil empezar un ciclo de desequilibrio con una dieta inadecuada.

Cuanto más alto es el número, mayor es el contenido de la alcalinidad. Todos los seres humanos sanos comienzan vida con la mayoría de los fluidos corporales y de los tejidos finos en un estado levemente alcalino (pH alto).

Desde hace un cierto tiempo, por nuestros hábitos sociales, de una sociedad moderna, los tejidos finos del cuerpo y los líquidos llegan a ser a menudo ácidos (pH bajo), a consecuencia de lo que comemos, de lo que bebemos, de las drogas terapéuticas que tomamos, de la contaminación y del stress.

Si se permite acumular ácido en el organismo, el cuerpo llegará a estar hambriento de oxígeno y la enfermedad no estará lejos.

Muchas sustancias (tales como bicarbonato de sosa) pueden aumentar el pH temporalmente pero solamente los minerales pueden aumentar y mantener el pH.

Los minerales desempeñan un papel crucial en la alcalinización de los líquidos y de los tejidos finos corporales, pero estos han de estar en una forma que pueda ser absorbible.

Cáncer y los niveles de pH

Ganador del Premio Nobel Dr. Otto Warburg descubrió que las células cancerosas sólo crecen en un estado de bajo consumo de oxígeno. Cuando las células y tejidos del organismo son ácidas (pH inferior a 6,5 a 7,0), pierden su capacidad para el intercambio de oxígeno y las células cancerosas son capaces de prosperar.

Por otro lado, cuando las células de su cuerpo y los tejidos son alcalinos (por encima de pH de 7,0) las células cancerosas tienen dificultades para sobrevivir debido a la alta cantidad de oxígeno presente. Un tejido alcalino tiene 20 veces más oxígeno que los tejidos se ácidos y ricos en este entorno de oxígeno impide el crecimiento del cáncer de células nuevas. En un pH de 8.0 o mayor, las células cancerosas y el cáncer que causan los microbios patógenos (virus, bacterias, hongos) no pueden sobrevivir.

La mayoría de la gente nace en este mundo con un pH cercano o al (pH neutro). Si puedes mantener el pH de los tejidos del cuerpo en alguna parte entre 6,5 a 7,0 que es muy difícil que se ponga enfermo.

Casi todas las personas con cáncer tienen una alta acidez. Hay dos razones principales:

  • El estrés y la mala alimentación.

 Lista de alimentosNUTRIC~1

Alcalinizantes – Alimentos y Bebidas

Verduras: alfalfa, hierba de cebada, remolacha, hojas de remolacha, brócoli, zanahoria, repollo o col, coliflor, apio, acelga, Chlorella, pepino, dientes de león, berenjena, vegetales fermentados, ejotes, ajo, arvejas o guisantes, col rizada, lechuga, hongos, hojas de mostaza, cebolla, chirivía, pimientos, calabaza, rutabaga o nabo, rábano, espinaca, Spirulina, semillas germinadas, batatas, tomates, berro, trigo.

Frutas: manzana, albaricoque, aguacate o palta, banana o plátano, bayas, moras, melón, cerezas, coco, pasas, dátiles, higos, uvas, pomelo, melón dulce, limón, lima, melones, nectarina, naranja, durazno o melocotón, pera, piña, frambuesas, ruibarbo, frutillas o fresas, mandarina, tomate, frutas tropicales, sandía.

Otros: almendras, castañas, mijo, tempeh, tofu, suero de leche, canela, curry, jengibre, mostaza, chile, sal marina, Miso, Tamari, vinagre de manzana, polen de abeja, lecitina, melaza, probióticos, agria lácteos, jugo de verduras, jugo de frutas, agua mineral, Cesio: PH14, Potasio: PH14, Sodio: PH14, Calcio: pH 12, Magnesio: pH 9.

Neutro (aunque algunos rozando ph ácido)

Alimentos y Bebidas

Mantequilla, queso, miel, huevos, patatas o papas, aceites, porotos o frijoles, leche de soja, maíz, lentejas, aceitunas, moras, arándanos, ciruelas, ciruelas pasas, cebada amaranto, salvado de trigo, salvado de avena, maicena, harina de semillas de cáñamo, kamut, avena, harina de avena, quinua, todo el arroz, pasteles de arroz, centeno, espelta, trigo, germen de trigo, fideos, macarrones, espaguetis, harina de trigo, frijol negro, garbanzos, judías, lentejas, frijoles pintos, frijoles rojos, soya o soja, leche de soja, judías blancas, leche de arroz, leche de almendras.

Altamente ácidas

Alimentos y Bebidas (sobre todo la Coca Cola y el alcohol)

De lácteos y grasas / Carnes / Pescados: crema, helados de leche, anacardos, maní o cacahuetes, mantequilla de maní, tahini, nueces, tocino, carne, carpa, almeja, bacalao, cecina, merluza en alta mar o abadejo de res, pescado, cordero, langosta, mejillones, achuras, ostras, cerdo, conejo, salmón, sardinas, chorizo, vieiras, camarones, mariscos, atún, pavo, carne de venado.

Otros: azúcar, edulcorantes artificiales, azúcar morena, harina blanca, panes, frutas en conserva o ventanal, bollería, cereales refinados, chocolate, natillas, mermeladas, pasta blanca, encurtidos, mariscos, sal de mesa, yogurt, jarabe de maíz, alcohol, cacao, café, vinagre, mostaza, pimienta, refrescos o gaseosas, aspirina, productos químicos, drogas, tabaco, Coco-Cola: pH2, cerveza: pH2.5, Café: pH 4.