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¿Cómo combinar la frutas correctamente?. Mejora sus beneficios

Combinar bien los alimentos no solo nos permite mejorar la digestión, sino también asimilar mejor los nutrientes. El sistema digestivo requiere menos energía y el resultado es que el organismo puede centrarse en otras funciones como reparar células y depurar el cuerpo (como consecuencia, perderemos peso, si nos hace falta). Este ahorro de energía también repercute en el estado de ánimo: nos sentimos menos pesados y cansados después de las comidas y tenemos más energía y vitalidad a lo largo del día.

Las frutas están formadas principalmente de agua y fructuosa (azúcar natural de las frutas)., además de contener aminoácidos, enzimas, minerales, fibra, vitaminas y aceites vegetales.

Algunos beneficios más:

  • Su riqueza en fibra aporta saciedad, reduciendo el apetito.
  • Ayuda a prevenir el estreñimiento, al mejorar el tránsito intestinal.
  • Son depurativas, ayudando a depurar nuestro organismo y desintoxicarlo, favoreciendo la eliminación natural de las toxinas.
  • Previenen algunas enfermedades.
  • Ayudan a retrasar el envejecimiento.
  • Favorece la eliminación del ácido úrico alto y el colesterol alto.

A pesar de ser un alimento de fácil digestión y extraordinariamente nutritivo, la mayoría de las personas no sabe combinar las frutas para poder obtener sus mayores beneficios y no siempre es bien apreciado o acogido por el cuerpo, quizá porque se desconoce su consumo apropiado, el cual es necesario para aprovecharlas al máximo y para que no interfieran en la digestión de otros alimentos como, por ejemplo, el de los lácteos, los cereales o las carnes.

Quizá la mala combinación de las frutas con otros alimentos no se note en en varios meses o años, pero ciertamente obstaculizamos al cuerpo en sus procesos digestivos cuando no sabemos bien como combinar las frutas. Esta es la causa de que el cuerpo, a la larga, se debilite y esté más propenso a enfermedades.

Los siguientes ejemplos y consejos sobre el uso correcto de las frutas en nuestra dieta te asegurarán de obtener todas sus propiedades sin que las frutas interfieran con la digestión, causando los problemas que todos conocemos de inflamación, gases o un malestar abdominal.

No combinarlas con otros alimentos

Lo primero que debes hacer para combinar las frutas de manera adecuada, es tener muy en cuenta que las frutas no deben combinarse con otros alimentos, debido a que el azúcar de las frutas fermenta cualquier otro alimento con el que se les combine. Por ejemplo, si combinamos las proteínas de la carne con alguna fruta, esta causará empacho pues la fruta provocará una descomposición prematura de la carne, lo cual entre otras cosas, causará que la digestión no se haga adecuadamente.

Comer las frutas solas

Lo ideal para aprovechar las máximas cualidades de las frutas es comerlas solas y con el estómago vacío, debido a que la mayoría de las frutas se digieren en bastante rápido.

Combinar las frutas correctamente

Sobre las frutas ácidas

Las frutas ácidas o cítricas sólo lo son antes de consumirse; una vez que se comen, en el cuerpo se vuelven alcalinas (sin acidez) Estas frutas tienen propiedades depurativas excelentes, por lo que se recomienda su consumo por las mañanas, sobre todo en ayunas y sin comer ningún otro alimento, de esta forma limpiaran sangre e intestinos profundamente. Las frutas cítricas, además contienen mucha vitamina C, lo cual ayuda a reforzar el sistema de defensas del cuerpo.

Son las siguientes frutas: piña, fresa, frambuesa, moras, arándanos, limón, naranja, toronja (pomelo), zarzamora, mandarina, uva (variedad),

Sobre las frutas dulces

Son frutas más compatibles entre sí. Desde un punto de vista nutricional son especialmente ricas en vitaminas y minerales. No son compatibles con las frutas neutras ni con las frutas ácidas.

Son las siguientes frutas: Plátano, albaricoque, higo, pasas, sandía, cereza, granada, manzana (variedad), melón, níspero (variedad), papaya, peras.

Sobre las frutas semiácidas

Son frutas especialmente ricas en proteínas de alto valor biológico.

Son las siguientes frutas: fresa, lima, mandarina, mango, malanga, melocotón, ciruela, kiwi, níspero, tejocote, uvas verdes, y tomate.

Frutas neutras

Son las más ricas en nutrientes esenciales para el organismo y la dieta, como vitaminas, minerales, oligoelementos y proteínas.

Son las siguientes frutas: aguacate, almendra, avellana, cacahuete, cacao, castaña, coco, corozo, macadamia, maní y nuez.

Como mezclarlas apropiadamente:

  1. Frutas ácidas con Ácidas y semiácidas
  2. Frutas dulces con dulces y Semidulces

No debes mezclar más de tres frutas a la vez, de manera que no sobrecargues al estómago y puedan digerirse favorablemente las frutas que comas.

Un ejemplo de cómo combinas las frutas apropiadamente

Licuado 1: Un licuado de piña con limón y guayaba
Licuado 2: Un licuado de plátano con pera o papaya
Licuado 3: un licuado de jugo de naranja con fresas

Tipos de nutrientes y clasificación

Podemos clasificar a los nutrientes desde el punto de vista químico y desde el punto de vista energético.

Químicamente podemos distinguir cinco grupos de nutrientes:
• Glúcidos o hidratos de carbono.
• Proteínas o prótidos.
• Lípidos o grasas.
• Minerales.
• Vitaminas.

A su vez, podemos dividir este grupo en:
Macronutrientesson aquellos nutrientes que suministran la mayor parte de la energía metabólica del organismo, engloba a los glúcidos, proteínas y lípidos. También se denominan
principios inmediatos.
Micronutrientes: son sustancias imprescindibles para la vida, aunque sus necesidades se midan
a veces en cantidades muy pequeñas (milésimas o millonésimas de gramo). Pertenecen
a este grupo los minerales y las vitaminas. Dentro de los minerales existe un grupo que se
requiere en cantidades inferiores al resto y que es el de los oligoelementos (por ejemplo,
hierro y zinc), pero hoy en día, para clasificar a los minerales, se prefiere hablar de elementos
mayoritarios (calcio, fósforo, magnesio, cloro, sodio y potasio), elementos traza (hierro,
flúor, zinc, cobre, selenio, yodo y manganesio), y elementos ultratraza (molibdeno, vanadio,
níquel, cromo, cobalto, silicio, estaño, boro, antimonio, arsénico, bromo, litio). Aunque, conforme
avanzan las investigaciones médicas, esta lista se va ampliando constantemente.

La clasificación de los nutrientes desde el punto de vista energético es la siguiente:
Energéticos: son los que el organismo puede transformar en energía, aunque además
también puedan tener otras funciones. A este grupo pertenecen los hidratos de carbono,
las grasas y, en menor grado, las proteínas. Siempre serán utilizados en primer lugar
para la obtención de energía los hidratos de carbono y las grasas.
No energéticos: minerales y vitaminas. Nunca se pueden transformar en energía, aunque
la presencia de alguno de ellos (vitamina B1, magnesio, etc.) sea necesaria para la
transformación en energía de los nutrientes energéticos.
Caso aparte lo constituye el agua, que no es considerada como nutriente, pero que es imprescindible
para el mantenimiento de la vida.

También podemos clasificar a cada uno de los nutrientes, como esenciales o no esenciales,
dependiendo de si el organismo es capaz de sintetizarlos a partir de otras sustancias o necesita
de su ingestión diaria.
Para no entrar en clasificaciones complejas, podemos decir que todos los minerales y todas
las vitaminas (a excepción de la D3, K y niacina) son nutrientes esenciales, por lo tanto debemos
ingerirlos mediante la alimentación o mediante la suplementación diaria.