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Calambres Musculares, cómo tratar y prevenir.

¿Qué son?

Los calambres son espasmos musculares involuntarios que se presentan con dolores repentinos muy agudos que afectan al movimiento. A diferencia de las contracturas, el calambre es ocasional y no permanente. Por otro lado, pueden producirse casi en cualquier parte de nuestro cuerpo ya que disponemos de más de 600 músculos

Dentro del ámbito deportivo, existen múltiples causas que pueden provocar calambres y espasmos musculares. Las principales son:

Sobreesfuerzo del músculo y ejercicios muy intensos y prolongados. El calambre se produce cuando el músculo empieza a llenarse de toxinas y deshechos, y comienza a quemar oxigeno con dificultades.

Perdida de sales minerales (principal causa de los calambres que ocurren tras entrenar durante un rato largo).

Contracciones musculares en situaciones de pérdida de potasio.

Ejercicio rápido sin previo calentamiento o muy prolongado.

Será conveniente consultar al médico o un profesional del deporte cuando los calambres se presenten de forma repentina en forma continua o ante una determinada situación.

El médico realizara los estudios necesarios para confirmar la existencia de un determinado proceso patológico. Bajos estos resultados el facultativo podrá recomendar medicamentos, dietas o rehabilitación física.

Sin embargo, existen ciertas precauciones que se pueden seguir para evitar los siempre molestos calambres, como son hacer precalentamiento, estiramiento y relajación antes y después de hacer ejercicio o asegurarse de incluir en la dieta alimentos ricos en potasio como cítricos, plátanos, legumbres y otros vegetales.

Recomendaciones para cuando se presenta un calambre:

Interrumpir la actividad, aunque normalmente, el propio calambre tiende a obligar a detenerse al individuo.

Masajear el músculo, ya que se suele notar un cierto alivio con la presión sobre la zona en la que se presente el calambre.

Tratar de estirar el músculo, incluso con la ayuda de las manos, a continuación relajarlo y seguir tratando de estirarlo.

Cuando el calambre remite, ponerse en movimiento con suavidad, de forma que el músculo trabaje. Si nos inmovilizamos se puede repetir.

Refrescar con agua fría suele ayudar.

Los Minerales

mineralesLos minerales son un caso especial de nutrientes por necesitarse en muy bajas concentraciones y ser todos ellos esenciales, pero su presencia en la dieta es vital para el correcto funcionamiento del organismo.
Su función es estructural y reguladora. Suponen entre un 4 y un 5% del peso corporal. Todos ellos son esenciales, por lo tanto, la carencia de alguno de ellos produce cambios en las reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo.

Desempeñan un papel importantísimo en el organismo, ya que son necesarios para la elaboración de tejidos, síntesis de hormonas y en la mayor parte de las reacciones químicas en las que intervienen los enzimas. El uso de los minerales con fines terapéuticos se llama oligoterapia

La cantidad de mineral ingerido en la dieta que es utilizado finalmente por el organismo es variable, dependiendo de la cantidad ingerida, la forma de presentación, el proceso culinario, la presencia de otros alimentos, y la edad.

Podemos dividirlos en dos grandes grupos según su presencia en el organismo:

  • Mayoritarios: calcio, fósforo, magnesio, cloro, sodio y potasio.
  • Minoritarios, también conocidos como oligoelementos o bien elementos traza: hierro, flúor, zinc, cobre, selenio, yodo, manganeso, molibdeno,
    vanadio, níquel, cromo, cobalto, silicio, estaño, boro, antimonio, arsénico, bromo y litio.

Esta lista, conforme avanzan los conocimientos médicos, va ampliándose con el tiempo.