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Alimentación y aumento de la memoria.

Los alimentos/nutrientes que comemos diariamente, afectará sin duda alguna, nuestro humor, el estado de ánimo y la función cerebral.  Nuestro cerebro es muy demandante en cuanto al consumo de energía. La ingesta de alimentos tiene gran influencia en la bioquímica cerebral y la función de las neuronas, especialmente sobre los neurotransmisores que son los encargados de transmitir los impulsos nerviosos de una neurona a otra.

La pérdida de memoria puede ser debida a una falta de concentración, debido a una mala alimentación, por consumo de tóxicos (alcohol, tabaco, etc) o por estrés.

Otras veces, la pérdida de memoria se debe al efecto que sobre el cerebro tienen los alimentos contaminados por pesticidas, metales pesados u otras toxinas que van reduciendo la salud, o por el consumo de alimentos con mucho azúcar.

En general, es la carencia o el exceso de varios nutrientes la causa del deterioro de la función de nuestro cerebro.

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Pescados Azules

Alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 (sobre todo el DHA): salmón, sardinas, atún, bacalao. Estos ácidos grasos son esenciales para mejorar la capacidad de aprendizaje desde edades muy tempranas.  Los ácidos grasos Omega 3 forman parte de la materia gris del cerebro y de las membranas celulares cerebrales, por lo tanto ayudan a tener un balance emocional, mejor predisposición para el aprendizaje y una actitud positiva.  Varios estudios han demostrado que los alimentos con Omega 3 están asociados con un menor riesgo de sufrir depresión.

Tener precaución con estos pescados ya que en la grasa se puede almacenar metales pesados procedentes del mar.

Frutos rojos

Las frambuesas, las frutillas y los arándanos son una excelente fuente de fibra, vitamina C, ácido cítrico, ácido fólico, carotenoides, minerales como calcio, magnesio y potasio, flavonoides (antocianinas) y antioxidantes (ácido elágico). Estos antioxidantes (elagitaninos) intervendrán ante los radicales libres derivados de los procesos oxidativos de nuestro organismo, evitando el envejecimiento celular. Los frutos rojos protegen contra la falta de memoria causada por el paso de los años y otros síntomas de deterioro mental como Alzheimer, Parkinson y demencia.  A su vez, los frutos rojos mejoran la forma de comunicación entre las neuronas y tienen un efecto antiinflamatorio importante evitando así daño celular en el cerebro.

Huevos

El huevo es una excelente fuente de vitaminas y minerales. Es rico especialmente en vitaminas del grupo B y en colina, imprescindibles para el desarrollo óptimo del sistema nervioso. Además contiene proteínas de alto valor biológico y contiene ácidos Omega-3.  La colina, especialmente durante el desarrollo fetal y la infancia, ayudará a promover el aprendizaje y memorizar lo aprendido. Aún durante, edades más avanzadas, favorecerá a que nuestra memoria permanezca intacta.

Chocolate

El consumo de cacao rico en flavanol estimula la circulación sanguínea en áreas del cerebro por un período de 2 a 3 horas. Esto mejoraría nuestro desempeño en diferentes tareas y nos mantendría más alertas. Existen estudios científicos que destaca el rol del chocolate para el tratamiento de problemas vasculares, demencia y para el mantenimiento de la salud cardiovascular. Además sugiere que el flavanol del cacao podría ser útil para reforzar la función cerebral de individuos que sufren de fatiga, insomnio y efectos del envejecimiento

Nueces y algunas semillas (clía)

Las nueces contienen polifenoles, unos nutrientes ideales para prevenir el estrés oxidativo y mejorar las capacidades cognitivas, además de ayudar a la salud cardiovascular. Las semillas de clía son ricas en omega 3 incuso más que las nueces.

Maca

Esta raíz andina casi milagrosa aumenta la circulación cerebral, por lo que mejora la memoria y la concentración, además de ser un excelente energetizante físico y anímico natural.

Además, la maca es un gran suplemento, ya que contiene proteínas, aminoácidos esenciales, carbohidratos, fibras, vitaminas (B1, B2, B6..), minerales como el hierro, calcio, fósforo, potasio, sodio, zinc.

Ginkgo biloba y el espino blanco

Uno de los mejores remedios naturales para mejorar la oxigenación cerebral, así como de las extremidades, es el ginkbo biloba, una planta que mejora la circulación del cerebro y por lo tanto potencia la memoria y las capacidades mentales. Lo podemos empezar a tomar cuando notamos los primeros síntomas de falta de memoria, concentración, etc.

El espino blanco es ideal para mejorar casos de pérdida de memoria sobre todo en personas de edad avanzada, ya que mejora el riego sanguíneo. Además es un gran remedio para los problemas de corazón.

Diferencia entre atún fresco y enlatado.

El atún es uno de los pescados azules más consumidos en nuestro país. Posee un 12% de grasa, lo que lo convierte en un pescado graso, pero se trata de una grasa rica en ácidos grasos omega-3, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre y a hacer la sangre más fluida, lo que disminuye el riesgo de aterosclerosis y trombosis. Por este motivo, es recomendable el consumo de atún y otros pescados azules en caso de enfermedades cardiovasculares. El atún es el pescado habitual en la dieta que posee más contenido en proteínas de alto valor biológico (23 gramos por 100 gramos), superior incluso a las carnes.

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El atún contiene también cantidades significativas de vitaminas liposolubles (solubles en grasa) como la A y la D. La primera contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo. La vitamina D favorece la absorción de calcio y su fijación al hueso, además de regular el nivel de calcio en la sangre.

Entre las vitaminas del grupo B destacan la B2, B3, B6, B9 y B12. El contenido en esta última supera al de las carnes, huevos y quesos, alimentos que son fuente natural de esta vitamina. Estas vitaminas permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas). Además, intervienen en diversos procesos de gran importancia funcional como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético y el funcionamiento del sistema nervioso y de defensas, entre otros.

En cuanto a los minerales, el fósforo y el magnesio sobresalen en la composición nutritiva del atún, sin despreciar su contenido en hierro, yodo y calcio.

¿Pero cuál elegir?

El contenido en sodio del atún enlatado es unas siete veces mayor que el atún fresco. El atún fresco contiene más potasio que juega un papel funamental en la vida del deportista.

Algunas conservas contienen que no son de buena calidad o lleva bastante tiempo el envase almacenado, con lo cual algunas propiedades se perderían.

El atún enlatado está en contacto con el metal que puede descomponerse con el calor y formar compuestos tóxicos peligrosos para el hombre.

El atún fresco presenta muchas más ventajas que el de conserva.

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