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¿Por qué se ralentiza el metabolismo? Principales causas

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Todos sabemos que el metabolismo influye en la pérdida de peso y que su enlentecimiento hace que gastes menos calorías y que tus objetivos de pérdida de peso se obstaculicen. Sin embargo, existen trastornos metabólicos graves como el hipertiroidismo o la diabetes que pueden influir en mayor medida en tu ritmo de pérdida de peso. El metabolismo lento en ausencia de enfermedad orgánica no es tan grave como piensas y sólo puede desacelerar tu pérdida de peso.

Los hombres, por ejemplo, tienen más músculo que grasa corporal. Por lo tanto, siempre van a quemar más calorías en reposo y tener un metabolismo “más rápido” que las mujeres. Los que son más pesados ​​o tienen más masa muscular quemarán más calorías, también. Los adultos más jóvenes tienen una tasa metabólica más alta que los mayores y los que hacen una actividad deportiva diaria.

Un metabolismo lento, el proceso de convertir los alimentos en energía, es menos eficiente quemando calorías.

En cambio cuanto más rápido es el metabolismo, más calorías se queman. La dieta y el ejercicio físico son dos de los mejores aliados para acelerarlo.

Según la Clínica Mayo, la termogénesis, la parte de procesamiento de alimentos de tu metabolismo, en realidad se mantiene bastante constante a lo largo de tu vida adulta. La ilusión de que tu metabolismo se ralentiza con la edad en realidad se debe a que a medida que envejeces, tu masa muscular y disminuye la cantidad de grasa tiende a aumentar, disminuyendo tu BMR y la cantidad de calorías que tu cuerpo quema. Esto a su vez reduce la cantidad de calorías que necesitas comer a través de su dieta.

El ritmo de vida que llevan algunas personas incrementa los niveles de estrés, por lo que es normal que se sientan agotadas, deprimidas e incluso suban de peso.

Comer muy poco: Seguir una dieta demasiado estricta, muy por debajo de las calorías que necesitamos diariamente, puede provocar cambios en el apetito y en el metabolismo, ralentizándolo.

Saltarse el horario de las comidas: Comer a deshora o cada vez que queramos es una de las cosas peores que podemos hacer, el cuerpo se pondrá en modo ahorro (se ralentiza) ya que se piensa que tiene que “sobrevivir” un tiempo sin ingerir alimento, en cambio sí ingerimos las comidas siempre a la misma hora y a cada 3 horas tendremos un suministro constante de nutrientes y energía con lo cual estaremos más activo, rendiremos mecho mejor a lo largo del día.

Carencia de calcio: Una dieta pobre en calcio influye en la acumulación de grasa en el organismo y, por tanto, en la quema de calorías. Una dieta con la dosis adecuada de calcio puede ayudar a quemar más grasas, tal y como constó un estudio realizado en el Instituto de Nutrición de la Universidad de Tennessee, en Knoxville. Para ayudarte: lista de los alimentos más ricos en calcio.

Altos niveles de insulina. Las personas que viven con estrés tienen niveles más altos de insulina, lo que contribuye al almacenamiento de grasa en el cuerpo. (sobre todo personas sedentarias)

Menos grasa de oxidación. Las personas que viven con estrés tienen menos de este tipo de grasa, es decir, las que ayudan a metabolizar correctamente las células del cuerpo.

Dormir poco: Dormir poco o dormir mal influye directamente en el metabolismo, ralentizándolo y quemando menos calorías. De hecho, dormir bien es la mejor manera de adelgazar. Si tienes problemas de sueño, prueba a acostarte siempre a la misma hora e ingerir alimentos 1/2h antes de ir a dormir.

La menstruación: Durante el periodo se pierde hierro, mineral esencial para transportar oxígeno a los músculos. Cuando hay déficit de hierro, los músculos no reciben suficiente oxígeno, por lo que se produce una pérdida de energía -bajón anímico- y el metabolismo se desequilibra.

Pesticidas en los productos: Los productos químicos de los pesticidas y plaguicidas pueden interferir en la quema de energía, lo que ralentiza la pérdida de peso. El mejor remedio es evitar aquellos alimentos más sucios.

Pasar demasiado tiempo sentado: Permanecer en una misma postura durante mucho tiempo sin moverse puede ralentizar el metabolismo. De entrada, además de seguir unas pautas básicas sobre la postura más adecuada al sentarnos al ordenador, por ejemplo, además de cambiar de postura más a menudo.

Deshidratación: El agua es esencial para el organismo. Si bebemos poca agua, además de deshidratarnos, también quemamos menos, hasta un 2% menos de calorías, según datos de un estudio de la Universidad de Utah. Hay que beber agua, no solo cuando se tiene sed.