El “Cheat meal” se nos va de las manos
Supuestamente consiste en saltarse la dieta y hacer una comida libre sin medir cantidades, ni calorías, ni alimentos prohibidos que se realiza con una periodicidad establecida según cada individuo y sus objetivos, como norma general se suele hacer una vez en semana. Sirve para engañar al cuerpo, “controlar” la ansiedad, sentirnos más “felices”, sentirnos que nos merecemos esa comida por lo que hemos estado trabajando esa semana, etc.
Pero últimamente veo que el fin de semana la mayoría hacen todas las comidas mal, o en vez de incorporar una comida trampa, se pasan un día libre o incorporan 4, 5 combinaciones de alimentos muy calóricos y sin nutrientes. Después vienen los malestares estomacales, malas digestiones, remordimientos de conciencia… El problema es que no es hacer la comida trampa, sino no saberse controlar, mentir a nuestro preparador y decirle que seguimos la dieta a raja tabla.
Algunos piensan que es fundamental para “evolucionar”, y que sin ella no son capaces de lograr sus objetivos.
Soy de las que no me gusta hacer comidas trampa de ese estilo, se puede perfectamente seguir avanzando. Me parece bien que de vez en cuando se salte la dieta en algunas comida, pero siempre de forma controlada y no llevándolo como una rutina estrictamente necesaria.