Proteína Whey
El nombre “Whey” viene del inglés y significa “suero”. Muy por el contrario de ser un alimento sintético, la proteína Whey es totalmente natural ya que se obtiene a partir del suero de leche y es una proteína de alto valor biológico. El Whey es el caldo o suero que queda después de la fabricación del queso. Es tratado mediante una serie de filtros especiales para separar la proteína de suero de la de la lactosa y otros componentes como la grasa.
Antiguamente, al suero era considerado un desecho sin valor de la elaboración del queso, pero tras su estudio, se descubrió su alto valor nutricional. Tanto así, que los deportistas tienen en la proteína Whey o Whey protein uno de sus mayores aliados. Es un producto de alta calidad, de fácil absorción por el cuerpo, muy baja en grasa y carbohidratos.
La leche tiene dos tipos de proteínas principalmente: la caseína que supone aproximadamente el 80%, y la proteína de whey, aproximadamente el 20%. La proteína del suero es más soluble que la caseína y también tiene una calidad superior ya que es la proteína más nutritiva disponible.
La proteína del suero es de alta calidad, completa y con todos los aminoácidos esenciales, además de ser la fuente más rica conocida de BCAAs (Leucina, isoleucina y valina)
La Whey protein o proteína Whey (suero de leche) es muy superior a la proteína de soja en la cantidad de amino-ácidos esenciales, en su digestión y en los efectos sobre la salud.
Es ideal para la recuperación muscular más rápida y restauración después del entrenamiento. El músculo se «rompe» cuando se hace ejercicio y el consumo de suero de leche inmediatamente después de un entrenamiento es una gran manera de ayudar a acelerar la reconstrucción y la recuperación de sus músculos.
Mejora la cura de heridas: en pacientes que han sufrido quemadoras o se han sometido a cirugía, la proteína de suero es muy recomendada gracias a su elevada calidad y disponibilidad biológica.
La proteína del suero ayuda a mejorar la salud física en general y al mismo tiempo previene enfermedades e infecciones.
También destaca por su interesante efecto prebiótico.
Las personas con intolerancia a la lactosa deben evitar los concentrados de proteína de suero, ya que por lo general contienen lactosa y la cantidad puede variar mucho de un producto a otro. Las personas con intolerancia a la lactosa deben seleccionar un aislado de proteína de suero que tenga menos de 0,1 gramos de lactosa por cucharada (20 gramos), menos lactosa que la cantidad encontrada en una taza de yogur.
Si el consumo de proteina es muy excesivo (más de 6g x kg peso) también puede producir acidificación de la sangre, que incrementa el riesgo de sufrir osteoporosis o daños en el hígado.