Olvídate de perder peso, mejor pierde grasa.

Usamos los términos perder y perder grasa con el mismo significado, pero son conceptos muy diferentes.

Las personas que siguen dietas muy estrictas, novedosas o “milagrosas”, pierden peso pero también tienen muchas probabilidades de perder musculo e incluso densidad ósea, y esto es lo que se debe evitar.

El objetivo sería entonces perder peso de forma lenta, pero sin perder salud y minimizar la pérdida de masa muscular.

Un kilo de grasa y de músculo, lógicamente pesan lo mismo, pero sin embargo, la grasa ocupa un volumen mayor del doble que el músculo.

GRASA-~1Muchas personas cometen el error de intentar perder peso a toda costa, llegando incluso a creer que podrán perder varios kilos en unas semanas cuando han tardado meses en acumular esa grasa de reserva. Lo importante no es perder peso, sino quemar poco apoco pero sin parar la grasa acumulada.

Además la tasa metabólica diaria en reposo de la grasa es de unos 2kcal/ kg, mientras la del músculo es mayor 6kcal/ kg.

Imagina dos personas que pierden peso, una de ellas lo pierde a base de agua y masa muscular, mientras que la otra principalmente grasa corporal. Si solo miramos lo que marca la báscula ambas personas estarán contentas por haber conseguido su objetivo, no obstante, el aspecto visual, nivel de salud y estado de forma, serán muy diferentes, siendo claramente mejor en el segundo caso.

En la realidad nadie pierde peso solamente de grasa o solamente de músculo, pero la forma en la que decides reducir las calorías ingeridas y la forma que eliges para conseguir aumentar el gasto calórico, tendrá una importante repercusión en el resultado final.

No es cuestión perder 2, 5 o 10 kilos como objetivo, mirar solo la báscula es un error. Es mejor opción fijarse en alcanzar un determinado porcentaje de grasa si es posible. Si el rendimiento físico mejora, seguramente tu composición corporal también lo hará, uno es consecuencia del otro.

Aconsejo un programa de ejercicios con pesas y de aeróbico, adaptados a nosotros con una dieta bien planificada. Los resultados irán viniendo solos.

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Perder grasa. La fórmula mágica: quemar más calorías de las que se ingieren.

Todo se resume en este principio tan simple: si comemos más de lo que eliminamos, irremediablemente tendremos sobrepeso. Sí por el contrario comemos menos de lo que eliminamos, perderemos peso. Todo gira en torno al binomio ingesta/eliminación.

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Resumiendo todo lo dicho en una frase diríamos que el objetivo, más que comer menos, que es algo más difícil de conseguir y, desde luego, no muy satisfactorio y que además puedes tener carencias nutricionales de vitaminas, minerales, aminoácidos, etc.

Además si realizas una dieta muy baja en calorías tu metabolismo puede caer casi un 30-40%.

Cuando la persona tiene el metabolismo lento es habitual que su organismo queme muy poca grasa, por lo que la consecuencia más directa es que ésta se almacena en su cuerpo en una proporción muchísimo más elevada de lo normal.

Se ha demostrado que con niveles muy bajos de ingesta calórica diaria, se libera una mayor cantidad de una enzima llamada Lipoproteína lipasa, activada por la insulina y la cual forma parte del metabolismo de las lipoproteínas. Esta enzima se encarga de hidrolizar las moléculas de triglicéridos, liberando ácidos grasos no esterificados, los cuales se depositan posterior mente en los tejidos adiposos.

Lo ideal sería de lograr un cuerpo que consiga quemar muchas calorías. De esta forma no necesitaríamos hacer dietas muy estrictas, ni que pasemos mucha hambre y que tengamos carencias nutricionales. Para conseguir que nuestro cuerpo queme muchas calorías tenemos dos medios:

El primero es lógicamente lo que todo el mundo hace, realizar ejercicio aeróbico.

En segundo, lograr que nuestro organismo consiga un ritmo metabólico basal (RMB) elevado.

Por tanto, debemos hacer todo lo posible por elevar el RMB, ya que es el proceso que consume más energía y, además, procedente de la degradación de las grasas. El objetivo, por tanto, está en conseguir una masa muscular metabólicamente muy activa para convertir nuestro cuerpo en auténtica máquina efectiva en el consumo calórico.

Cuando pensamos en quemar calorías solo tenemos en cuenta el consumo durante la realización del ejercicio, existen indicadores en las máquinas que lo estiman y pulsómetros también incluyen esta función, sin embargo, nadie se preocupa de valorar las calorías consumidas después del ejercicio. Una vez que finalizamos nuestra sesión, el organismo continua consumiendo energía, es lo que se denomina el “consumo clórico posejercicio”, pero no solo inmediatamente después, sino que también a lo largo del día este consumido continúa elevado, en este caso son las calorías consumidas por el “coste metabólico”.

Al realizar trabajo cardiovascular de tipo aeróbico, conseguiremos quemar muchas calorías durante el ejercicio, sin embargo no provoca un coste metabólico muy elevado. Cuando realizamos entrenamientos de alta intensidad como trabajos de potencia, fuerza o musculación, quizás las calorías consumidas al levantar los pesos no sean tan grandes pero, en cambio, conseguimos un elevado coste metabólico que nos resultará más rentable a medio y largo plazo para conseguir quemar grasa.

Esta es la clave para conseguir quemar grasa, para conseguir que tu cuerpo queme muchas calorías a lo largo del día y además procedentes de los depósitos de grasa, tan solo necesitarás que tus músculo estén muy activos.

Por otra parte, una buena condición física muscular nos permitirá fatigarnos menos, entrenar más y, consecuentemente, quemar más calorías en los ejercicios cardiovasculares.

Investigaciones en este sentido han demostrado que incrementando 1,5 kg de tejido muscular se incrementa el metabolismo en un 7% y los requerimientos calóricos diarios en un 15%.

El entrenamiento de la fuerza o alta intensidad estimula la secreción de catecolaminas, potentes hormonas que son capaces y degradar los ácidos grasos. Las catecolaminas, además de ayudar a quemar grasas, producen una sensación de euforia que retrasa la aparición de la fatiga.

Tres errores que no te permiten perder peso.

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En muchas ocasiones nos encontramos con casos de personas que por más que entrenan y hacen todo tipo de dietas no consiguen perder peso, se quedan estancados e incluso, en algunos casos, pierden tejido muscular, disminuyendo el rendimiento y entrando en procesos de catabolismo.

Muchas de estas situaciones en las que no se consigue bajar de peso vienen causadas por un planteamiento erróneo en el entrenamiento. Analicemos estas posibles causas para que a partir de ahora puedas plantearte en un entrenamiento mucho más eficaz.

Demasiado trabajo aeróbico.

En principio el ejercicio cardiovascular es el que más consumo cálorico produce y, en principio, mientras más ejercicio, mayor consumo y mayor pérdida de grasa. Esto es así hasta cierto punto. Existe una situación a partir de la cual nuestro organismo entra en situación de extrema demanda y se activa un mecanismo de defensa que protege la grasa. En estos casos se comienza a catabolizar la masa muscular, baja el ritmo metabólico y disminuye nuestro rendimiento. Se entra en una espiral de fracaso y, mientras más entrenamos, menos resultado obtendremos.

Si quieres mejorar más, no aumentes los aeróbicos solo, es mejor opción incluir un programa de fuerza. Está comprobado que los resultados son siempre más positivos al combinar fuerza con el trabajo cardiovascular.

Entrenamiento a baja intensidad.

Tradicionalmente se ha entendido que las intensidades bajas son ideales para quemar grasa. Esto es cierto en personas que se inician y que presentan una condición física muy baja, prácticamente porque esta es la única intensidad a la que pueden soportar las sesiones de entrenamiento. Lo cierto es que no hay un “margen quemagrasas”, piensa que las grasas es como el aceite en una sartén, a mayor temperatura, mayor aceite se quemará. En nuestro cuerpo, elevar la temperatura para conseguir quemar la grasa supone elevar la intensidad de trabajo, es decir, aumentar el margen de intensidad, utilizar cambios de ritmos, alcanzar mayor consumo de oxígeno, entrar incluso en fases en las que utilicemos las vías anaeróbicas.

Si siempre seleccionamos métodos continuos a baja intensidad, el organismo se adaptará y dejará de producir mejoras. Los métodos variables nos proporcionarán estímulos diferentes y así podremos continuar con nuevas adaptaciones, nos llevarán a una mejora del sistema cardiorrespiratorio y, consecuentemente, a una mayor capacidad de oxidar la grasa como suministro energético.

Entrenamiento demasiado analítico.

Si ya realizas un entrenamiento de fuerza y quieres perder peso, olvídate del clásico entrenamiento analítico y aislado por grupos musculares. Este método es muy válido para objetivos de fuerza y volumen, pero no es el ideal para combinarlo con el entrenamiento cardiovascular y para observar la una definición muscular.

Si eres principiante es mejor que comiences con una rutina en circuito de varios grupos musculares y al finalizar cardio. Si eres más avanzado puedes dividir tu rutina en uno o dos músculos dependiendo de la prioridad muscular que se busque, también al finalizar la rutina de pesas sería conveniente realizar el ejercicio aeróbico.

Pierde peso según tus zonas de grasa.

Todos deberíamos saber que no existen ejercicios localizados para eliminar grasa, es decir que hacer abdominales no eliminará la grasa de la cintura, ni hacer glúteo quemará la de tus cartucheras, así que invirtamos nuestro tiempo, esfuerzo y sesiones de entrenamiento con una orientación mucho más acertada y desde luego productiva. Lo que sí es importante es observar como se ha acumulado la grasa y en qué zonas, esta información es vital para saber la causa y actuar sobre ella.

Pero lo que si podemos lograr es dar más “forma” al musculo más débil, estableciendo el principio de prioridad muscular, hacer más series extras, etc. De esta forma lograremos el musculo no estará tan descompensado del resto.

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Habrás comprobado que la grasa no se acumula por igual en todas las personas. Cada persona presenta una determinada forma y zona de acumulación. Con algo de información sobre hábitos de vida podemos determinar de forma bastante acertada cuál ha sido la causa del sobrepeso y de esta forma disponer de una estrategia mucho más acertada para eliminarla y evitar que se vuelva a acumular.

La grasa en el hombre y es un factor importante en la distribución de la grasa, hombre y mujeres presentan grandes diferencias en el lugar de acumulación, el factor más determinante es el factor hormonal, ya que los estrógenos (hormona típicamente femenina) muy relacionados con la función reproductora en la mujer, tienden a acumular las reservas de grasa en la zona glúteo/femoral. En el hombre esta hormona está presente en cantidades mucho menores y la acumulación de la grasa tiene su causa en el sedentarismo y altas ingestas calóricas durante el día.

En promedio, las mujeres tienen entre un 6 y un 11 por ciento más grasas que los hombres.

Aconsejo que no cometan el error de intentar perder peso de forma rápida, llegando a creer que se podrá perder unos quilos de grasa en unas semanas cuando han tardado meses en acumular esa grasa de reserva.

Tampoco no es la mejor opción hacer dietas muy estrictas y ponerse hacer cardio durante horas.

Tener siempre en cuenta que la grasa no se quema deprisa, por eso siempre aconsejare perder peso de forma lenta y no solo hay que mirar lo que indique la báscula, sino los % de grasa y masa magra son aún más importantes.

Recomiendo es realizar un entrenamiento anaeróbico (pesas) seguido de uno aérobico (elíptica, bicicleta, correr…) enfocado al objetivo y fisiología de la persona, al igual que con la dieta, para que no tenga carencias nutricionales, que este basada en un buen aporte proteico, grasas saludables, y en menor medidas carbohidratos complejos.

Diferencia entre Hiperplasia e Hipertrofia en el tejido adiposo.

A lo largo de nuestra vida, las células que conforman nuestros tejidos sufren procesos de cambio constante.

El Tejido Adiposo, es un tejido muy dinámico que permanentemente está siendo recambiado y movilizado por la acción de diferentes enzimas.

¿Cómo engordan las células grasas?

En los adultos el proceso se llama hipertrofia y lo que sucede es que las células aumentan de tamaño, por lo tanto de esa manera aumentamos de peso.

En los niños el aumento de las células grasas se producen en número, fenómeno denominado hiperplasia. Las células se multiplican, a diferencia de los adultos que aumentan su tamaño.

Repitiendo entonces, si engordamos de niño engordamos por aumento de cantidad de células y en adulto por aumento de tamaño de las células.

¿Es importante esta diferencia? Claro que lo es. Si aumentamos de peso cuando niños aumentamos el número de células grasas (hiperplasia) y ya de adultos tenemos muchas más células dispuestas a aumentar de tamaño (hipertrofia). Por lo tanto un niño con obesidad tiene muchísimas probabilidades de ser obeso de adulto.  Por eso es importante que de niños no aumentemos de peso para evitar que  aumenten de número nuestras células grasas.

En el cuerpo humano el tejido adiposo sufre dos efectos para ser capaz de acumular el exceso de calorías que se ingieren mediante la alimentación y que no son consumidas por el organismo.

Por regla general en primer lugar se produce hipertrófia, lo que significa que crece en tamaño para poder almacenar una cantidad mayor de grasa en su interior en forma de triglicéridos.

Sí imaginamos el adipocito como un globo que tiene que almacenar aire en su interior cuantos más triglicéridos contenga, mayor tamaño tendrá el mismo, lo que provoca un incremento en la presión interna y por tanto mayor estrés a la célula provocando que llegue un punto en el cual no puede almacenar más triglicéridos.

La hipertrofia en los adipocitos provoca un mayor estrés a los mismos, provocando que sus funciones se vean alteradas y por tanto que el cuerpo trate de evitar dicho estrés.

Cuando los adipocitos están repletos y no pueden almacenar más cantidad de grasa en su interior lo que se produce es una HIPERPLASIA, es decir, que se incrementa el número de células adiposas para poder continuar almacenando el exceso de grasa, ya que al tener más células adiposas estas pueden continuar almacenando las grasas que no se consumen.

En los adultos hiperplasia se produce en menor medida que en los niños ya que la esta es más fácil que se produzca en etapa de crecimiento puesto que en estas fases de la vida nos encontramos en un estado hormonal que favorece el desarrollo celular. A

Una vez que esas células se crean ya no se destruyen, es decir, si un niño engorda en exceso de pequeño su número de células adiposas será mayor y aunque después adelgace esas células ya están creadas y por tanto tendrá mayor facilidad de volver a ganar peso y mayor riesgo de sufrir obesidad con los problemas asociados a la misma que ello conlleva para la salud (diabetes tipo II, hipertensión, riesgo de enfermedad cardiovascular, etc.)

  • El primero de ellos es a través de un aumento en el tamaño de la célula grasa, proceso llamado Hipertrofia. (imagen 1)
  • El otro posible mecanismo, es a través de un aumento del número de células grasas, proceso llamado Hiperplasia. (imagen 2)

La diferencia es que la hiperplasia es el aumento de tamaño de un órgano o de un tejido, debido a que sus células han aumentado en número.  Y, la hipertrofia es el nombre con que se designa un aumento del tamaño de un tejido cuando se debe al aumento correlativo en el tamaño de las células que lo forman; de esta manera, el órgano hipertrofiado tiene células mayores, y no nuevas. Se distingue de la hiperplasia, en que en esta crece el número de células, no su tamaño.

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Células Grasas

¿Cuál es la función de las células grasas?

La función principal de las células grasas es de almacenamiento de energía. Cuando comes cualquier alimento y no lo gastas, tu cuerpo se encarga de transformarlo en grasa y guardarlo en las células grasas para ser utilizado en algún momento. Son la reserva de energía del cuerpo. Si hace falta se usa y si no queda dentro de las células grasas. Tu cuerpo guarda la energía que sobra porque no sabe cuándo vas a volver a ingerir energía por medio de los alimentos. La grasa es una forma muy efectiva de guardar energía ya que ocupa relativamente poco lugar.

Por supuesto, las células grasas crecen, engordad, aumentan de tamaño  a medida que van acumulando energía. Esta energía se guarda dentro de los adipocitos  en forma de triglicéridos. Cuando es necesario energía, realiza el proceso inverso, las células grasas se desprenden de los triglicéridos transformándolos en energía y disminuyen su tamaño.

Los adipocitos pueden crecer mucho. Pueden aumentar 8 veces su tamaño normal. Y ese crecimiento se traduce en un aumento de peso lógicamente.

 

Edulcorante natural. La stevia y sus beneficios.

Son hierbas y arbustos de la familia del girasol (Asteraceae), nativa de regiones subtropicales y tropicales de América del Sur y América Central. La especie Stevia rebaudiana Bertoni, conocida comúnmente como dulce hoja, o, simplemente, stevia, es ampliamente cultivada por sus hojas dulces.

Como un sustituto del azúcar, la stevia tiene un sabor más lento al comienzo y una duración más larga que la de azúcar, aunque algunos de sus extractos, puede tener un sabor amargo o como gusto a regaliz en altas concentraciones. Con sus extractos, que tienen hasta 300 veces el dulzor del azúcar, stevia ha llamado la atención con la creciente demanda de bajos carbohidratos, y alimentos bajos de azúcar en la alimentación alternativa.

Se utiliza como sustituto del azúcar y los edulcorantes artificiales, ya que la stevia aporta cero calorías a nuestra dieta, y es el único endulzante natural totalmente seguro para un consumo habitual y de por vida cuando el azúcar está contraindicado, como es el caso de los diabéticos y de las personas que siguen una dieta de adelgazamiento prolongada.

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El principio activo más importante es el Esteviósido. Además contiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio, zinc y vitamina A y C.

 

La stevia aporta una acción hipoglicémica a las personas que padecen diabetes tipo 2, no dependientes de la insulina. El Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Hospital Universitario a Aarthus, en Dinamarca, determinó que la stevia actúa sobre las células beta del páncreas estimulando la producción de insulina de forma natural.

La stevia es beneficiosa para las personas hipertensas. La División de Medicina Cardiovascular de la Universidad Médica de Taipe, en Taiwán, ha determinado que la stevia actúa como hipotensor y cardiotónico, es decir, regula la tensión arterial y los latidos del corazón. La stevia es también vasodilatadora.

– La stevia es un poderoso antioxidante unas 7 veces más potente que el té verde.

Facilita la digestión y las funciones gastrointestinales. Además contrarresta la fatiga y nutre el hígado, el páncreas y el bazo.

– La stevia es bactericida y se utiliza en dentífricos y chicles para prevenir la caries dental por su acción antibiótica contra la placa bacteriana.

– La stevia combate ciertos hongos, como el Cándida Albicans, que causa vaginitis.

Es un poderoso antioxidante natural  hasta 6 veces más efectivo que el té verde.

Para uso dérmico: Favorece la desaparición del acné y palia la dermatitis, la seborrea capilar y los eczemas. Del mismo modo, otra de sus propiedades es que es cicatrizante y bactericida si se aplica contra heridas, quemaduras etc., favoreciendo que cautericen rápidamente.

– Poderoso antialérgico, pues tiene una enorme energía de desintoxicación. La stevia ha probado que puede disolver y desintoxicar tanto la dioxina, nicotina, e histamina, que es un material que desencadena las alergias.

– La stevia es un diurético suave que ayuda a disminuir los niveles de ácido úrico.

– La stevia tiene efectos beneficiosos en la absorción de las grasases antiácido. Ayuda a contrarrestar la fatiga y los estados de ansiedad.

– Mejora la resistencia frente a gripes y resfriados.

– Es cicatrizante y bactericida en aplicaciones contra quemaduras, heridas, etc.

– No suele tener efectos secundarios destacables, siempre utilizándola de forma controlada.

10 Alimentos “termogénicos”. Una ayuda para quemar grasa

Los alimentos termogénicos pueden ayudar a aumentar el metabolismo y quemar calorías mediante el aumento de la termogénesis, un proceso en el cual el cuerpo quema calorías para utilizar los alimentos que has comido, convirtiendo esas calorías a calor. Tu cuerpo quema calorías consumidas principalmente mediante el mantenimiento de sus funciones metabólicas regulares y a través de la actividad física; sin embargo, un pequeño porcentaje, alrededor del 10 por ciento, de las calorías se queman a través de la termogénesis inducida por la dieta. La siguiente es una lista de alimentos que pueden aumentar la termogénesis:

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1 Especias picantes.

El consumo de alimentos con especias como el chile picante rojo o la pimienta negra, aumenta la termogénesis y potencialmente puede tener un efecto significativo en la sensación de saciedad y la oxidación de las grasas, de acuerdo con el Dr. Margriet Westerterp-Plantenga y sus colegas del Department of Human Biology at Maastricht University en los Países Bajos en una reseña publicada en agosto de 2006 en la revista Physiology & Behavior. La capsaicina, que es la sustancia que da a los chiles picantes su sabor picante, se ha informado que aumenta la termogénesis, y en estudios en hombres y mujeres japoneses que consumieron una comida que contiene capsaicina, los participantes experimentaron un aumento en el gasto de energía inmediatamente después de su comida picante, de acuerdo con el Dr. Westerterp-Plantenga. Del mismo modo, la pimienta negra contiene piperina, una sustancia que se ha demostrado que influye en la termogénesis a través de la estimulación del sistema nervioso, de acuerdo con el Dr. Westerterp-Plantenga.

2 Té verde/Café.

El té verde contiene dos sustancias (cafeína y polifenoles llamados catequinas) que han demostrado aumentar la termogénesis, y puede aumentar los efectos de cada uno.

De acuerdo con la reseña de Agosto 2006 por el Dr. Westerterp-Plantenga y sus colegas publicado en la revista Physiology & Behavior. Las catequinas del té verde pueden aumentar la termogénesis a través de la inhibición de una enzima en particular, y el té verde contiene altas cantidades de una determinada catequina, llamada galato de epigalocatequina, que es «probablemente la más activa farmacológicamente», según el Dr. Westerterp-Plantenga.

El café aumentó el metabolismo en un estudio realizado en 1980 y publicado en la American Journal of Clinical Nutrition (Revista estadounidense de nutrición clínica), «Cafeína y café: su influencia sobre la tasa metabólica y la utilización de sustratos en individuos con peso normal y obesos». Este estudio reveló que el metabolismo aumentaba 3 horas después del consumo de café en las personas con sobrepeso y con un peso promedio normal. Pero si bien el metabolismo aumentó en ambos grupos, la oxidación de las grasas, el proceso por el que se descomponen, solamente ocurría en el grupo de peso normal. Hay mucha controversia con respecto a si este aumento en el metabolismo realmente conduce a una pérdida de peso significativa.

3 Aceite de coco

El aceite de coco contiene principalmente ácidos grasos de cadena media, grasas que, cuando se consumen, han demostrado que inhiben la deposición de grasa mediante el aumento de la termogénesis y la quema de grasa, en los estudios realizados en animales y en seres humanos, de acuerdo con una reseña realizada por el Dr. Koji Nagao y sus colegas en el Laboratory of Nutrition Biochemistry, Department of Applied Biochemistry and Food Science, de la Universidad de Saga en Saga, Japón, que se publicó en marzo de 2010 en la revista Pharmocological Research.

4 Carnes magras/pescados (Proteína).

La termogénesis inducida por la dieta también puede verse afectada por la proporción de macronutrientes consumidos (carbohidratos, grasas y proteínas) con dietas altas en proteínas siendo las más termogénicas comparadas con las dietas altas en carbohidratos o altas en grasa, según el investigador Helen H. Hermsdorff en la Universidad de Navarra, en Pamplona, ​​España, y sus colegas en un estudio publicado en la revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición en marzo de 2007. Las fuentes de proteína incluyen cortes magros de carne roja, aves,pescados, huevos y frutos secos.

5  Alcachofas.

Contienen inulina, un carbohidrato que reduce la cantidad de grelina que produce el cuerpo, la hormona del hambre, por lo que con menores niveles el cuerpo enfoca su energía en quemar calorías.

6 Jengibre.

Según investigadores de Mayo Clinic, ayuda a aumentar la velocidad de el metabolismo hasta en un 5% y además de eso aumenta la sensación de saciedad por sus antioxidantes y otras sustancias.

7 Nueces y semillas de lino.

Por su alto contenido en ácidos grasos omega 3, este tipo de alimentos reducen los niveles de la hormona leptina, la cual se ha demostrado, según científicos de la Universidad de Wisconsin, en bajos niveles el ritmo metabólico se acelera, así como la quema de calorías.

8 Canela.

De acuerdo con varios estudios consumir sólo media cucharadita diaria de canela ayuda al cuerpo a metabolizar el azúcar que consumes hasta 20 veces más rápido. De esta manera estás reduciendo la cantidad de azúcar que tu cuerpo tiene disponible para guardar como reserva.

 9 Brócoli.

Además de tener mucho calcio (que se sabe que reduce la grasa), el brócoli también tiene muchísimas vitaminas C, K y A. Una ración de brócoli también le dará bastante folato y fibra dietética, además de una diversidad de antioxidantes. El brócoli es uno de los mejores alimentos desintoxicantes que puede añadir a su dieta.

10 Cítricos (Limón, lima, pomelo…).

Se ha comprobado que estas frutas nos ayudan a quemar grasa y mantener nuestro metabolismo elevado. Esto puede relacionarse con el alto contenido de vitamina C de las frutas, un componente que reduce el desequilibrio de insulina.

Limónnaranja y pomelo. Tres frutas con acción digestiva y desintoxicante. Es aconsejable tomar siempre el zumo recién hecho para aprovechar todas sus propiedades. Zumos que además contienen mucha fibra.

En cuanto a la pérdida de peso recuerda que la colina, perteneciente a las vitaminas del complejo B, es esencial para activar el metabolismo de las grasas. Con un zumo de naranja conseguimos el aporte suficiente de colina (vitamina B7), así como de folato (también de la familia de la vitamina B), útiles para el control muscular y la memoria.

Si hablamos de frutas depurativas, sin duda, el limón encabeza este particular ranking. Si estás a dieta o simplemente quieres mantener tu peso ideal, el limón es un aliado excepcional. Y no solo en forma de zumo. Prueba a tomar un vaso de agua con limón por las mañanas.

 Espero que os haya gustado el artículo y que lo pongáis en marcha.

 

Como “quema” el cuerpo los ácidos grasos durante el ejercicio.

Los ácidos grasos, bien sea almacenados como triglicéridos intramusculares o bien procedentes de la sangre circulante, pueden utilizarse como combustible energético mediante su combustión aeróbica completa por la beta-oxidación mitocondrial, con producción de unidades de acetilCo-A que entran en el ciclo de Krebs.

La transferencia de los ácidos grasos al interior de la mitocondria requiere la presencia de carnitina (actúa como trasportador) como cofactor.

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Mediante este sistema pueden llegar a producir 9 moléculas de ATP por cada átomo de carbono que integre el ácido graso (por ejemplo, el ácido palmítico, de 16 carbonos, genera 130 ATP en su combustión), mientras que la glucosa tan sólo aportaba 6 ATP por átomo de carbono oxidado.

La utilización de los ácidos grasos se hace especialmente patente en los esfuerzos de más 40 minutos, convirtiéndose en el combustible por excelencia en trabajos físicos de larga duración. A partir de los 30-40 minutos de mantenimiento de un esfuerzo aeróbico, la descarga simpaticoadrenérgica y las catecolaminas circulantes, actuando sobre los receptores beta de las células grasas, activan la lipasa adipocitaria, que desdobla los triglicéridos de los adipocitos en glicerol (utilizado para la síntesis de glucosa) y ácidos grasos (combustible energético)

Las razones por las que los ácidos grasos son utilizados como principal fuente de almacenamiento calórico son de dos tipos: por una parte, aportan en su combustión 9 kilocalorías por gramo de grasa, frente a las 4 kilocalorías que se producen por gramo de carbohidrato; es decir el rendimiento energético en términos relativos al peso es del doble en los lípidos que en los carbohidratos.

Por otro lado, las grasas, almacenadas como triglicéridos intramusculares o en los adipocitos, ocupan poco volumen y, a diferencia del glucógeno, no retienen agua, por lo que sus depósitos están más concentrados. En una persona normal el tejido adiposo viene a sumar entre 10 y 20 Kg., lo que implica disponer de unos almacenes corporales energéticos de más de 60.000 Kcal., mientras que los almacenes de carbohidratos, de unos 600 g en total, permiten disponer tan sólo de unas 2400 Kcal.

Por supuesto que esto es en teoría ya que no se pueden agotar TOTALMENTE los depósitos de carbohidratos ya que antes aparece la fatiga.

No obstante el uso de los lípidos como combustible energético está limitado porque sólo tienen capacidad de aportar energía por la vía oxidativa aeróbica, y porque una excesiva oxidación puede dar lugar a una producción elevada de cuerpos cetónicos (acetacetato y β-hidroxibutirato)

En condiciones normales los aminoácidos y las proteínas se utilizan en el proceso de anabolismo orgánico y muscular, dando lugar a la formación de la masa magra.

Su contribución como combustible a la génesis o resíntesis de ATP es escasa y no supera el 5% de los requerimientos energéticos celulares.

Además, cuanto mayor es son las reservas orgánicas de carbohidratos y lípidos, tanto menor es la contribución proteica al metabolismo energético.

Sólo en situaciones extremas como ayuno muy prolongado, o en grandes quemados u otras patologías como infecciones severas, o en bien en condiciones extremas de fatiga mantenida, las proteínas pueden contribuir, en proporción variable, como combustible energético.

Para su contribución como combustible energético algunos aminoácidos pueden transformarse en glucosa mediante la gluconeogénesis. Alternativamente, pueden transformarse en intermediarios del metabolismo oxidativo, tales como piruvato y acetil coenzima A, entrando en el proceso de oxidación. El rendimiento energético de la combustión de las proteínas se sitúa en torno a las 4 kilocalorías.

CHITOSAN ¿El atrapa grasa?

Pensar en la posibilidad de que exista un producto de rodear a la grasa que ingerimos y evitar la absorción de la misma en el organismo sin que tenga ningún efecto secundario, parece ser demasiado increíble para ser verdad, pues bien, este producto existe, se llama CHITOSAN y es una sustancia 100% natural.

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EL CHITOSAN es un derivado del chitín, más concretamente es la forma desacetirada de chitín (desacetilada significa que la sustancia ha perdido el grupo ACETILO de su estructura química). El chitín, por su parte, es un polisacárido (unión de moléculas de glucosa) que forma la estructura del esqueleto externo d cierto tipo de crustáceos (camarones o cangrejos por ejemplo)

EL CHITOSAN, tiene una estructura química muy parecida a la fibra vegetal llamada celulosa. Ambas se utilizan para evitar la absorción de la grasa ingerida. La fibra dietética arrastra la grasa a través de las heces. El CHITOSAN actúa de forma diferente; trabajando como un imán que atrae y rodea la grasa, como si fuera un especie de esponja”. Esto se produce debido a una diferencia de cargas entre el CHITOSAN (con carga fuertemente positiva) y los lípidos (con carga negativa) que provocan una atracción mutua. La unión chitosan-lípidos es una estructura demasiado grande como para poder ser absorbida por el intestino delgado, por lo que pasa directamente al intestino grueso y se elimina al exterior por las heces.

Otra habilidad importante del CHITOSAN es sus potencias para disminuir los niveles de colesterol en sangre. Según un estudio de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, la ingestión diaria de CHITOSAN inhibió la hipercolesterolemia (niveles muy altos de colesterol en el organismo) y la ateroclerosis (formación de ateromas en los vasos sanguíneos) en ratones con arteroclerosis apoliproteína E deficientes.

EL CHITOSAN administrado por vía oral, ha demostrado disminuir el colesterol “malo” o LDL y promueve la formación del colesterol “bueno” o HDL en individuos con niveles de colesterol elevados.

Otras funciones que podemos mencionar del CHITOSAN son las siguientes:

  • Es muy útil en el tratamiento de úlceras y lesiones digestivas (actúa como antiácido)
  • Tiene acción antibacteriana y anti-cándida (combate la infección por cándida albicans)
  • Previene el síndrome de irritación intestinal y la constipación.

Dosis:

EL CHITOSAN es un suplemento nutricional totalmente seguro, incluso a dosis altas y no tienen ningún efecto secundario. La dosis recomendada es de 1 gramo de CHITOSAN tomamos 20-30 minutos antes de las comidas con un vaso grande de agua; esta cantidad evitara la absorción aproximada de unos 8-10 gramos de grasa (siempre teniendo en cuenta que hablamos de grasa que ingerimos con la alimentación, y no la grasa ya almacenada en el organismo). Lo que no debe hacerse es tomar CHITOSAN durante periodos muy largos ya que puede interferir con la absorción de ciertas vitaminas liposolubles, creando deficiencias. Para evitar esto se puede tomar un suplemento de dichas vitaminas (A, E y D) siempre separado del momento de la toma del CHITOSAN.

Importante:

Recordar que las gras es necesaria para el normal funcionamiento de nuestro organismo; de hecho, debe aportar del 10% al 15% del total de las calorías ingeridas. Lo importante en la ingestión de grasa no es solo respecto al porcentaje sino la calidad de la grasa, siendo recomendable las grasas insaturadas (por ejemplo aceite de oliva, de nuez, cáñamo…) y no tanto las saturadas (grasas animales en general) por lo tanto, el CHITOSAN es útil para eliminar el exceso de grasa ingerida en los alimentos.

Por ultimo debemos puntualizar que, para obtener todos los beneficios del CHITOSAN como suplemento para bajar de peso, su uso debe ir acompañado de un recorte de un consumo calórico, es decir, una dieta baja en calorías a parte de un entrenamiento adecuado y un estilo de vida sano.

El empleo de CHITOSAN en dietas de control de peso debe programarse en periodos de 13 a 30 días en los que se pueden ingerirse de 500mg a 1 gramo de CHITOSAN, antes de las comidas y la cena. La suplementación nutricional después de estos periodos ideales puede realizarse sustituyendo el CHITOSAN por GARCINA GAMBOCIA y agentes lipotrópicos.

Una dieta razonable de control de peso no debe extenderse más de 6/7 semanas, siendo fundamental adoptar como continuación a la misma, una dieta equilibrada normocalorica ya que, en caso contrario, el sobrepeso regresaría irremediablemente. Asimismo, en el trascurso de una dieta de control de peso, debe añadirse, como medida de seguridad, la ingesta de algún producto polivitamínico/polimineral, de formula completa, al fin de que sin incurrir en exageraciones, se cubran los posibles déficit en estos nutrientes, productos por la disminución de volumen de alimentos ingeridos, así como aumento fisiológico de la demanda de los mismos como consecuencia de la actividad física.

¿Altos niveles de estrógeno, igual a más grasa?

La relación entre el exceso de estrógenos y el aumento de peso puede decirse que es directamente proporcional, es decir, si los niveles de aumento de estrógeno en el cuerpo también lo hace el peso. Cuando en exceso, el estrógeno eleva el crecimiento de los tejidos sensibles a los estrógenos, provocando un aumento de tamaño de tejido adiposo (grasa) en los tejidos de la cintura, los muslos y otras partes del cuerpo.

15 alimentos para eliminar la grasa del abdomen

Especialmente en las mujeres se puede ver los efectos en el barriga, glúteos, los muslos superiores y, a veces en la parte posterior de los brazos (tricéps).

Algunos de los factores que pueden contribuir al aumento de los niveles de estrógeno que con el tiempo causan aumento de peso se indican a continuación:

Menopausia: Uno del síntoma más prominente de la menopausia es el aumento de peso, lo que conduce al cambio global en la forma del cuerpo. Comúnmente se ve en las mujeres entre las edades de 35 a 55, como una mujer entra en las etapas iniciales de la menopausia, debido a muchos cambios hormonales, el control de peso se convierte en extremadamente difícil y perder esos kilos de más parece casi imposible. Desde entonces, las hormonas de nuestro cuerpo tienen un impacto directo en nuestro apetito, el metabolismo y el almacenamiento de grasa, durante la menopausia los niveles de estrógeno disminuyen rápidamente haciendo que el cuerpo deje de ovular. Como resultado, los ovarios producen menos estrógeno y el cuerpo comienza a buscar otros lugares para compensar o cubrir el déficit. Como las células de grasa en nuestro cuerpo pueden generar estrógeno, el cuerpo trabaja más duro para convertir las calorías en grasa para aumentar los niveles de estrógeno. A diferencia de las células de los músculos de nuestro cuerpo, las células grasas no se queman calorías, lo que provoca la acumulación de esos kilos no deseados y el cuerpo termina almacenando más grasa de lo que solía.

Pastillas anticonceptivas: Los estudios demuestran que las mujeres que toman píldoras de dosis más altas, tienden a tener un promedio de alrededor de 2 kg el aumento de peso. Las dosis más altas de estrógeno en las píldoras anticonceptivas se sabe que causa aumento de peso en las mujeres debido a la retención de líquidos. La estimulación directa de las sustancias de riñón llamada renina-angiotensina, por el estrógeno en las píldoras, provoca la retención de agua que además conduce a sodio (sal) de retención en el cuerpo. A pesar de que este aumento de peso es temporal, con el estrógeno más bajo posible que contiene las píldoras anticonceptivas ayudará a reducir el aumento de peso e hinchazón debido a retención de agua.

El hipotiroidismo: El aumento de peso es el síntoma más frecuentemente observado de hipotiroidismo (un trastorno glandular resultante de la producción insuficiente de hormonas tiroideas). Hormonas de estrógeno y de la tiroides se han opuesto las acciones, por lo tanto, la hormona estrógeno es más dominante interfiere con la actividad de la hormona tiroidea que causa el hipotiroidismo que finalmente conduce a un aumento de peso.

Los altos niveles de estrógeno en el hombre hacen que se tenga proporcionalmente menos testosterona, más grasa, más ginecomastia, menos apetito sexual, mayor riesgo de enfermedades del corazón y de la próstata. Como si no fuera suficiente, directa e indirectamente, los altos niveles de estrógeno también pueden destruir tus intentos para ganar masa muscular y fuerza.

Con esto en mente, aquí hay algunos pasos básicos sobre cómo reducir los niveles de estrógenos en los hombres, generando más ganancias y aumentar la calidad de vida.

Mientras tengas más estrógeno más grasa corporal vas a tener, ya que la grasa aumenta los niveles de la enzima aromatasa que tiene el poder de transformar la testosterona en estrógeno. Esto es exactamente lo que lees: Cuánto más grasa, más estrógeno y menos testosterona.

La cerveza es primera en la lista de lo que hay que evitar a toda costa. Lúpulo, uno de los componentes más importantes de la cerveza (es lo que le da su característico sabor amargo), contiene uno de los fito-estrógenos más fuertes conocidos. Su acción es similar al estradiol, la principal hormona secretada por los ovarios durante la fase sexual activa en las mujeres. Esta hormona es en los hombres un subproducto de la testosterona y se ocupa de la salud ósea. Introducirla desde el exterior atrofia la producción de testosterona e inunda el cuerpo de hormonas femeninas, una combinación nefasta. La cerveza es el principal responsable de los pechos masculinos. Evita el alcohol tanto como sea posible, y si bebes da preferencia por el vino que contiene antioxidantes con propiedades anti-estrogénicos. Pero esto no significa que lo puedas beber sin control, esporádicamente y de forma no continuada.

Los xenoestrógenos son estrógenos manufacturados por el hombre que se encuentran en cosas como pesticidas, hormonas y esteroides para crecimiento artificial, purificadores de aire y contenedores plásticos; estos xenoestrógenos aumentarán tus niveles de la hormona femenina estrógeno y al mismo tiempo disminuirá los niveles de testosterona.

Usa productos de vidrio para almacenar los alimentos y el agua, y no uses plástico debido a que los productos plásticos tienden a producir xenoestrógenos que contaminarán los alimentos y el agua, especialmente cuando estos son calentados… Incluso algunas comidas enlatadas contienen protectores plásticos que contienen xenoestrógenos.

Haz una búsqueda de alimento ecológico como sea posible, con el fin de consumir productos que han sufrido menos procesos químicos hechos por el hombre. Mientras más cercano a la naturaleza, mejor.

Hay docenas de estudios que demuestran la conexión de soja con el aumento de estrógeno y otras docenas diciendo que esta declaración es una mentira. En caso de duda, evitarlo.