Siempre que hablamos de perder peso o quemar grasa se menciona el metabolismo basal, además de hacer referencia a cosas como acelerar el metabolismo o incrementar el gasto energético.
El metabolismo basal es la energía que se consume en las actividades mecánicas de sostén de los procesos vitales como: la respiración, la circulación de la sangre, la síntesis de constituyentes orgánicos, conservación de la temperatura corporal, etc. Es, por tanto, la energía necesaria para el mantenimiento de las funciones orgánicas normales y homeostáticas, con el organismo en reposo y en ayunas.
Proporcionalmente la energía que se emplea en el metabolismo basal está destinada en un 50% al metabolismo celular, un 40 % se destina a la síntesis de moléculas, sobre todo de proteínas; y un 10% al trabajo mecánico interno, movimiento de los músculos respiratorios, contracción del corazón, peristalsis intestinal, etc.
¿De qué depende el gasto metabólico?
Algunos de ellos son: temperatura corporal, temperatura ambiental, actividad glandular, nivel de actividad física, edad, sexo y hábitos de alimentación de cada persona.
Temperatura corporal: cada incremento de 0.5ºC de la temperatura interna del cuerpo aumenta el metabolismo basal en un 7%, debido a que la temperatura acelera las reacciones químicas que se producen.
Así, un enfermo con una temperatura de 41º C (unos 4ºC por encima de lo normal) mostrará un aumento del 30% de su metabolismo basal.
Temperatura externa: la temperatura ambiental también afecta al metabolismo basal. La exposición al frío aumenta el consumo calórico por la necesidad de desarrollar un calor extra para mantener la temperatura corporal.
Una corta exposición a una elevada temperatura tiene poco efecto sobre el metabolismo basal, pero si la exposición es de larga duración también aumenta el metabolismo basal. Se calcula que en los trópicos (temperaturas medias mayores de 25º) el metabolismo basal disminuye un 10% aproximadamente.
Actividad glandular: la glándula tiroides produce una hormona llamada tiroxina que juega un papel clave en la actividad metabólica del cuerpo. Cuanto mayor es la producción de tiroxina, mayor es el metabolismo basal de manera que en la tirotoxicosis (una enfermedad de la glándula tiroides en la que la producción de hormona tiroxina está aumentada), el metabolismo basal puede doblarse.
Por el contrario, si la producción de tiroxina es inferior a lo normal, el metabolismo puede reducirse hasta ser el 30-40% de los normal (esta enfermedad se denomina mixedema). La adrenalina también hace aumentar el metabolismo basal pero en menor extensión que la tiroxina.
Ejercicio: la práctica de ejercicio físico no sólo es útil para quemar calorías, sino que también eleva el metabolismo basal al ser el tejido muscular más demandante de energía que la grasa.
De esta manera, una persona con más musculo quema más calorías mientras duerme que otra persona con mas tejido adiposo (grasa) de la misma estatura y peso.
Edad: Los niños tienen tasas metabólicas muy altas (mayor relación entre superficie y masa corporal), mientras que los ancianos la tienen más reducida.
Sexo: es algo más baja en las mujeres que en los hombres porque la proporción natural de grasa corporal es mayor.
Alimentación: Si nos sometemos a una dieta pobre en calorías o a un ayuno prolongado, el organismo hace descender notablemente la energía consumida en reposo para hacer durar más tiempo las reservas energéticas disponibles.
¿Como se calcula el metabolismo basal?
El metabolismo basal se obtiene midiendo el consumo energético durante el reposo absoluto, y se mide en calorías.
En la práctica, el metabolismo basal se calcula mediante algunas ecuaciones que tienen en cuenta, además del peso, la estatura y la edad. La más utilizada es la ecuación de Harris-Benedict:
Para los hombres
metabolismo basal (cal) = 66.5 + (13.75 x Peso en kg) + (5.003 x Estatura en cm) – (6.775 x edad en años)
Para las mujeres
metabolismo basal (cal) = 65.5 + (9.563 x peso en kg) + (1.850 x estatura en cm) – (4.676 x edad en años)