definicion del metabolísmo basal, factores que lo aumentan y calculo del metabolismo basal

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Perder grasa. La fórmula mágica: quemar más calorías de las que se ingieren.

Todo se resume en este principio tan simple: si comemos más de lo que eliminamos, irremediablemente tendremos sobrepeso. Sí por el contrario comemos menos de lo que eliminamos, perderemos peso. Todo gira en torno al binomio ingesta/eliminación.

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Resumiendo todo lo dicho en una frase diríamos que el objetivo, más que comer menos, que es algo más difícil de conseguir y, desde luego, no muy satisfactorio y que además puedes tener carencias nutricionales de vitaminas, minerales, aminoácidos, etc.

Además si realizas una dieta muy baja en calorías tu metabolismo puede caer casi un 30-40%.

Cuando la persona tiene el metabolismo lento es habitual que su organismo queme muy poca grasa, por lo que la consecuencia más directa es que ésta se almacena en su cuerpo en una proporción muchísimo más elevada de lo normal.

Se ha demostrado que con niveles muy bajos de ingesta calórica diaria, se libera una mayor cantidad de una enzima llamada Lipoproteína lipasa, activada por la insulina y la cual forma parte del metabolismo de las lipoproteínas. Esta enzima se encarga de hidrolizar las moléculas de triglicéridos, liberando ácidos grasos no esterificados, los cuales se depositan posterior mente en los tejidos adiposos.

Lo ideal sería de lograr un cuerpo que consiga quemar muchas calorías. De esta forma no necesitaríamos hacer dietas muy estrictas, ni que pasemos mucha hambre y que tengamos carencias nutricionales. Para conseguir que nuestro cuerpo queme muchas calorías tenemos dos medios:

El primero es lógicamente lo que todo el mundo hace, realizar ejercicio aeróbico.

En segundo, lograr que nuestro organismo consiga un ritmo metabólico basal (RMB) elevado.

Por tanto, debemos hacer todo lo posible por elevar el RMB, ya que es el proceso que consume más energía y, además, procedente de la degradación de las grasas. El objetivo, por tanto, está en conseguir una masa muscular metabólicamente muy activa para convertir nuestro cuerpo en auténtica máquina efectiva en el consumo calórico.

Cuando pensamos en quemar calorías solo tenemos en cuenta el consumo durante la realización del ejercicio, existen indicadores en las máquinas que lo estiman y pulsómetros también incluyen esta función, sin embargo, nadie se preocupa de valorar las calorías consumidas después del ejercicio. Una vez que finalizamos nuestra sesión, el organismo continua consumiendo energía, es lo que se denomina el “consumo clórico posejercicio”, pero no solo inmediatamente después, sino que también a lo largo del día este consumido continúa elevado, en este caso son las calorías consumidas por el “coste metabólico”.

Al realizar trabajo cardiovascular de tipo aeróbico, conseguiremos quemar muchas calorías durante el ejercicio, sin embargo no provoca un coste metabólico muy elevado. Cuando realizamos entrenamientos de alta intensidad como trabajos de potencia, fuerza o musculación, quizás las calorías consumidas al levantar los pesos no sean tan grandes pero, en cambio, conseguimos un elevado coste metabólico que nos resultará más rentable a medio y largo plazo para conseguir quemar grasa.

Esta es la clave para conseguir quemar grasa, para conseguir que tu cuerpo queme muchas calorías a lo largo del día y además procedentes de los depósitos de grasa, tan solo necesitarás que tus músculo estén muy activos.

Por otra parte, una buena condición física muscular nos permitirá fatigarnos menos, entrenar más y, consecuentemente, quemar más calorías en los ejercicios cardiovasculares.

Investigaciones en este sentido han demostrado que incrementando 1,5 kg de tejido muscular se incrementa el metabolismo en un 7% y los requerimientos calóricos diarios en un 15%.

El entrenamiento de la fuerza o alta intensidad estimula la secreción de catecolaminas, potentes hormonas que son capaces y degradar los ácidos grasos. Las catecolaminas, además de ayudar a quemar grasas, producen una sensación de euforia que retrasa la aparición de la fatiga.

Metabolismo de los hidratos de carbono

Durante los trabajos físicos intensos, como la práctica deportiva, los hidratos de carbono constituyen la mayor fuente de energía para el organismo, a la vez que también es la de más fácil y rápida obtención.

wpid-wpid-metabolismohidratosEsto es así porque los hidratos de carbono son las sustancias que más energía roporcionan
por unidad de tiempo. Por ello, si para realizar una determinada actividad física se ecesita
un aporte elevado de energía en cada instante, nuestro organismo recurre siempre a la utilizaciónde la glucosa almacenada en nuestro cuerpo en forma de glucógeno. Cuando las reservas de glucógeno se agotan, la energía obtenida por otras sustancias, como por ejemplo las grasas, no permite intensidades de esfuerzo tan elevadas, porque su “potencia” calórica por unidad de tiempo es menor.

La mayor parte de las células que forman los tejidos son capaces de utilizar muchas sustancias como fuente de energía, pero sin embargo, los glóbulos rojos y las células del sistema nervioso (responsables en parte de la actividad cerebral) utilizan glucosa y les cuesta mucho tiempo adaptarse para poder utilizar otras sustancias. Por ello necesitamos disponer siempre de una reserva glucídica.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que el 55-60% de la energía calórica total que nos suministran los alimentos diariamente sea en forma de hidratos de carbono,
preferiblemente complejos (polisacáridos). Los azúcares simples no deberían suponer más
del 5% de las calorías totales diarias ingeridas.

Pero según las metas de cada persona el porcentaje Hidratos de carbono pueden subir o bajar (volumen muscular o definicion) al igual que en los distintos deportes.

Los hidratos de carbono contenidos en los alimentos, como ya se ha comentado, a medida
que se digieren se van transformado en unidades más simples, hasta que al final se convierten en monosacáridos (normalmente glucosa) y así son absorbidos, y pasan al torrente sanguíneo para ser conducidos a los tejidos que los necesiten.

La glucosa también se puede transformar en lípidos en el hígado que  posteriormente son transportados al tejido adiposo.
Pero la glucosa tiene también otros destinos:

• Ser transformada en piruvato, a través de la ruta metabólica conocida como glucólisis.
Este metabolito es el sustrato fundamental que interviene en la obtención de energía por
las principales rutas.
• Ser convertida a pentosas, a través de la vía denominada ruta de las pentosas, fosfato necesario para la generación de NADPH, coenzima que se utiliza en la biosíntesis de ácidos grasos y esteroides, y la formación de ribosa 5 fosfato, carbohidrato necesario para la síntesis de nucleótidos para la formación de ADN.
• Ser almacenada como glucógeno en hígado y músculos.

La glucólisis es una ruta metabólica formada por 10 reacciones enzimáticas, en la que una
molécula de glucosa se transforma en dos moléculas de tres átomos de carbono llamado ácido pirúvico. En el proceso se invierte y se genera energía. El rendimiento energético final de la glucólisis es de 2 ATP puesto que se necesita gastar 2 ATP en las etapas iniciales para poner en marcha el proceso, pero en las finales se generan 4. El ATP (adenosin trifosfato) es la unidad biológica universal de energía ya que, al romperse, es la molécula que libera más energía.
Una vez tenemos ácido pirúvico o piruvato éste puede seguir dos rutas ya se encuentre en
presencia o “ausencia” de oxígeno.
Cuando el suministro de oxígeno es abundante y los músculos no están trabajando intensamente, las células utilizan el piruvato de manera aeróbica, es decir, en presencia de oxígeno.
En esta situación el piruvato pasa al interior de la mitocondria donde una serie de reaccio-
nes hacen posible la transformación en AcetilCoA (sustrato altamente energético), que es el iniciador del ciclo de Krebs. Este ciclo es un compendio de reacciones por las que el Acetil- CoA es degradado dando gran cantidad de unidades energéticas y CO2 + H2O, estos dos últimos expulsados a la atmósfera por la espiración.

Las unidades energéticas producidas son de varios tipos:
• ATP, energía de utilización directa, no tiene que sufrir cambios para poder ser utilizada como
energía.
• NADH y FADH, moléculas que ceden electrones a una cadena de transportadores electrónicos
cuyo aceptor final es el oxígeno, por eso se denomina metabolismo aeróbico. Esta
cadena se utiliza para formar ATP.
Como conclusión, podríamos decir que el rendimiento energético neto de una molécula de
glucosa degradada completamente por la ruta aeróbica se resume en la siguiente fórmula:
C6H12O6 + 6 O2 —>> 6 CO2 + 6 H2O + 36 ATP
Es un balance energético muy alto ya que la eficiencia de la maquinaria de producción de
energía es de un 40%, es decir, de la energía contenida en una molécula de glucosa somos
capaces de utilizar el 40%, el resto se disipa en forma de calor.

Cuando las células tienen un ritmo de trabajo elevado requieren alta cantidad de energía y
carecen del oxígeno suficiente para seguir un metabolismo aeróbico, es decir, la necesidad
de energía por unidad de tiempo es mucho mayor que la energía que se puede obtener por
la vía del metabolismo aeróbico, entonces se recurre a la fermentación homoláctica, más conocida como glucólisis anaeróbica, llevada a cabo fuera de las mitocondrias.
En este caso, las moléculas de piruvato producidas en la glucólisis no se dirigen a la cadena
respiratoria puesto que no hay oxígeno, pero como el organismo sigue necesitando energía
de forma rápida y en ausencia de oxígeno, se sigue una ruta alternativa: transformar el piruvato en ácido láctico. No es la forma más energética, ya que únicamente rinde 2 ATP por molécula de glucosa metabolizada. Además disminuye el pH del músculo (aumenta la acidez), afectando de esta manera a la capacidad de contracción de las fibras musculares, pero es una buena forma de obtener energía de manera rápida.
El balance energético obtenido de la degradación de la glucosa por la vía anaeróbica es únicamente 2 ATP. Podríamos resumir la glucólisis anaeróbica mediante la siguiente reacción:

C6H12O6 —>> 2 Ácido láctico + 2 ATP

El ácido láctico producido se disocia totalmente, originando lactaro y H+, que debe ser tamponado en las células mus culares por el sistema amortiguador más importante: el bicarbonato. Como consecuencia de ello se incrementará la producción de CO2 por la célula muscular durante el ejercicio intenso.

Una correcta planificación del entrenamiento mejora el sistema de tamponamiento y por lo tanto, permite aumentar la duración del ejercicio intenso.
El ácido láctico ha de ser reconvertido en piruvato y para ello requiere de oxígeno, por eso
después del ejercicio se sigue respirando con una frecuencia elevada. Aumenta la concentración de oxígeno en sangre. La demanda de ATP por unidad de tiempo ha disminuido y el ácido láctico se convierte en ácido pirúvico de nuevo.

¿Qué es el metabolismo basal? ¿Cómo calcularlo?

imagesSiempre que hablamos de perder peso o quemar grasa se menciona el metabolismo basal, además de hacer referencia a cosas como acelerar el metabolismo o incrementar el gasto energético.

El metabolismo basal  es la energía que se consume en las actividades mecánicas de sostén de los procesos vitales como: la respiración, la circulación de la sangre, la síntesis de constituyentes orgánicos, conservación de la temperatura corporal, etc.   Es, por tanto, la energía necesaria para el mantenimiento de las funciones orgánicas normales y homeostáticas, con el organismo en reposo y en ayunas.
Proporcionalmente la energía que se emplea en el metabolismo basal está destinada en un 50% al metabolismo celular, un 40 % se destina a la síntesis de moléculas, sobre todo de proteínas; y un 10% al trabajo mecánico interno, movimiento de los músculos respiratorios, contracción del corazón, peristalsis intestinal, etc.

¿De qué depende el gasto metabólico?
Algunos de ellos son:  temperatura corporal, temperatura ambiental, actividad glandular, nivel de actividad física, edad, sexo y hábitos de alimentación de cada persona.

Temperatura corporal: cada incremento de 0.5ºC de la temperatura interna del cuerpo aumenta el metabolismo basal en un 7%, debido a que la temperatura acelera las reacciones químicas que se producen.
Así, un enfermo con una temperatura de 41º C (unos 4ºC por encima de lo normal) mostrará un aumento del 30% de su metabolismo basal.

Temperatura externa: la temperatura ambiental también afecta al metabolismo basal. La exposición al frío aumenta el consumo calórico por la necesidad de desarrollar un calor extra para mantener la temperatura corporal.
Una corta exposición a una elevada temperatura tiene poco efecto sobre el metabolismo basal, pero si la exposición es de larga duración también aumenta el metabolismo basal. Se calcula que en los trópicos (temperaturas medias mayores de 25º) el metabolismo basal disminuye un 10% aproximadamente.

Actividad glandular: la glándula tiroides produce una hormona llamada tiroxina que juega un papel clave en la actividad metabólica del cuerpo. Cuanto mayor es la producción de tiroxina, mayor es el metabolismo basal de manera que en la tirotoxicosis (una enfermedad de la glándula tiroides en la que la producción de hormona tiroxina está aumentada), el metabolismo basal puede doblarse.
Por el contrario, si la producción de tiroxina es inferior a lo normal, el metabolismo puede reducirse hasta ser el 30-40% de los normal (esta enfermedad se denomina mixedema). La adrenalina también hace aumentar el metabolismo basal pero en menor extensión que la tiroxina.

Ejercicio: la práctica de ejercicio físico no sólo es útil para quemar calorías, sino que también eleva el metabolismo basal al ser el tejido muscular más demandante de energía que la grasa.
De esta manera, una persona con más musculo quema más calorías mientras duerme que otra persona con mas tejido adiposo (grasa) de la misma estatura y peso.

Edad: Los niños tienen tasas metabólicas muy altas (mayor relación entre superficie y masa corporal), mientras que los ancianos la tienen más reducida.

Sexo: es algo más baja en las mujeres que en los hombres porque la proporción natural de grasa corporal es mayor.

Alimentación: Si nos sometemos a una dieta pobre en calorías o a un ayuno prolongado, el organismo hace descender notablemente la energía consumida en reposo para hacer durar más tiempo las reservas energéticas disponibles.

 ¿Como se calcula el metabolismo basal?

El metabolismo basal se obtiene midiendo el consumo energético durante el reposo absoluto, y se mide en calorías.
En la práctica, el metabolismo basal se calcula mediante algunas ecuaciones que tienen en cuenta, además del peso, la estatura y la edad. La más utilizada es la ecuación de Harris-Benedict:

Para los hombres

metabolismo basal (cal) = 66.5 + (13.75 x Peso en kg) + (5.003 x Estatura en cm) – (6.775 x edad en años)

Para las mujeres

metabolismo basal (cal) = 65.5 + (9.563 x peso en kg) + (1.850 x estatura en cm) – (4.676 x edad en años)